Inquietudes

Historia y trayectoria de la Cruz Roja Mexicana

A principios del siglo pasado cayeron lluvias torrenciales entre el 25 al 29 de agosto de 1909. Fueron fechas marcadas para la ciudad de Monterrey y sus alrededores por la tragedia que sufrieron con severas inundaciones y desbordes de ríos, principalmente el río Santa Catarina que arrasó e inundó a más de la mitad de las estructuras en una ciudad, donde más de veinte mil de los setenta y ocho mil habitantes quedaron sin hogar, todo fue ocasionado por la llegada de un fuerte ciclón que traía una trayectoria desde el Caribe, pasando por Cuba y el norte de la península de Yucatán, retomando su trayectoria en el Golfo de México y aumentando su fuerza para después impactarse fuertemente en el estado de Nuevo León. Esta tragedia cobró más de cuatro mil vidas y millones de pesos en daños. Las personas que lograron sobrevivir a este terrible fenómeno pasaron también la penuria del hambre y descobijo. El tres de septiembre llega la ayuda enviada desde el centro de México a través de la Cruz Roja Mexicana. Es así como se abandera por vez primera con esta brigada de auxilio, rescate y atención médica  encabezada por doña Luz Gonzáles Cosío Acosta y su esposo, el célebre doctor oftalmólogo don Fernando López y Sánchez Román. Para eso, días antes, doña Luz encabeza una colecta de mantas y víveres para éstas inocentes víctimas. En este acto sería la primera vez que se utiliza el emblema de la benemérita institución en México.

La historia siempre nos habla de hombres y mujeres valientes y dedicados, que con sus logros aportan invaluables acciones que nos han beneficiado por generaciones. Así es como me asombro de la hermosa labor de Doña Luz y don Fernando, que a través de la voz narrada por mi esposo Luis, escucho con detalle sobre la dedicación y el trabajo arduo de sus maravillosos y admirables bisabuelos. Data del año 1910 cuándo el Gral. Porfirio Díaz nombra oficialmente bajo la dirección y gestión de Doña Luz, la Asociación de La Cruz Roja Mexicana. Me cuenta también que su bisabuelo, el doctor Fernando López y Sánchez Román ya había estado becado en Francia para perfeccionar sus estudios y conocimiento de oftalmología en la Universidad de la Soborna de París. Ya estando ahí le toca ser testigo del incendio de la Ópera Cómica de París y ve cómo actuaron y auxiliaron los miembros de la Cruz Roja francesa.  Cuando vuelve a México hace una visita  al Gral. Manuel González Cosío para agradecerle su apoyo por haberlo enviado a Francia y es ahí mismo donde conoce a doña Luz, hija del general. A los dos años contraen nupcias. A ella le inquieta saber más sobre la Cruz Roja en Francia y les nace el deseo de traerla a México. El camino no fue fácil. Tuvieron que tocar muchas puertas de gobierno y de amigos para poderlos convencer.  Cuándo ya por fin el Gral. Porfirio Díaz les autoriza institucionalizarla, doña Luz ya tenía una minuciosa investigación de otros países. Así dieron seguimiento con  varias reuniones  cuidando todos los detalles de la fundación. En el ínter, sucede la terrible inundación y desgracia en Monterrey. El matrimonio se entrevista con el Gral. Porfirio Díaz para sugerirle que los enviara a dar ayuda. Él les dice a la pareja, “Las ocasiones se aprovechan, no tienen ustedes ninguna mejor para dar a conocer la Cruz Roja, que ésta que se ha presentado”. 

Después de la ayuda otorgada en aquel estado, doña Luz González Cosío recibe de la Asamblea Suprema de Cruz Roja Española la medalla de Oro y el Diploma que son la máxima distinción que ésta institución otorga. Y por otra parte, el Gral. José María Mier, subsecretario de Guerra y Marina le coloca el brazalete con la insignia de la Cruz Roja foliado con el número uno y a su esposo, el doctor López el número dos.

Tiempo después, doña Luz difunde una convocatoria invitando a las damas de todas las clases sociales a una junta el 24 de abril de 1911, es así como nace el primer comité de Damas Voluntarias de Cruz Roja Mexicana, con la convicción de hacerla crecer en los demás estados de la República como se ha cumplido hasta hoy día, un siglo después. 

La Cruz Roja Mexicana: es una Institución con carácter voluntario y no lucrativo que auxilia, sin distinción de raza, religión, condición económica o credo político, a todo ser humano cuya vida y salud se encuentre en riesgo.

Cuando escucho la sirena de alguna ambulancia de la Cruz Roja que va sigilosa a dar auxilio, recuerdo ésta historia y valoro más el trabajo interminable de todo un equipo que están puestos todos los días para ayudar a las víctimas de cualquier índole. Me siento orgullosa que he podido colaborar con la institución. He estado muy cerca desde varias décadas organizando algunos eventos y otros a los que hemos asistido, todos a beneficio de esta digna institución.

Este año ha sido diferente, con el tema de la pandemia, ha limitado nuestra libertad y mermado la economía de muchos. Y para la Cruz Roja no ha sido la excepción. Se han tenido que valer de las redes sociales para poder recibir los donativos a cambio de algún producto o transmitir algunos talleres o conferencias de amigos expertos en diversos temas que regalan su tiempo y conocimientos para atraer al público y poder cumplir sus expectativas, ya que el patronato tiene que sostener el nosocomio con todo su personal para que la Cruz Roja pueda seguir dando el auxilio y los servicios de siempre. Por eso exhorto a toda nuestra comunidad para estar unidos, no voltear la cara y ayudar a la lucha incansable de todo el equipo encabezado por el arquitecto Carlos Constandse Madrazo como Delegado Estatal de Cruz Roja Quinatana Roo, a su distinguida esposa, señora Noemí Peralta de Constandse como Coordinadora Estatal De Damas Voluntarias, así como a las mismas Damas Voluntarias del Estado y de Cancún y de la apreciable dama Nenina Domínguez de Albor, como coordinadora local de Cancún, que año con año trabajan incesantemente para que la Cruz Roja Mexicana siga erguida en su labor de ayuda y seguir siendo el orgullo de nuestra nación.**Doña Luz González Cosío de López nació en Zacatecas, Zac. El 11 de septiembre de 1869 y falleció en la ciudad de México en marzo de 1940. Dejando una destacada labor como fundadora y miembro de otras instituciones: Patronato y asilo Colón para huérfanos, Asociación Madres Mexicanas, Asociación Mexicana Gota de Leche, Asociación Femenil Iberoamericana.

** Doctor Fernando López y Sánchez Román nació en Tlatenalgo, Zac. el 5 de noviembre de 1854 y falleció el 17 de marzo de 1924 en la ciudad de México dejando una impecable trayectoria profesional. Fue Director del Hospital Militar. También fue fundador y director del Hospital General Militar de la ciudad de México y realizó el primer reglamento. Realizó la primera cirugía que fue de catarata en México. Formó una escuela de enfermería. 

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