Inquietudes

¡Adiós 2020, hola 2021!

Como si estuviéramos corriendo a zancadas y quisiéramos llegar al final de este peculiar año 2020 para darle carpetazo ya que nos ha dado un revuelco en nuestra forma de vida. Estamos deseosos y ansiosos de estrenar el nuevo año 2021 como si por arte de magia todo lo malo desapareciera y vinieran cosas nuevas, buenas y diferentes.

Es un sueño ilusorio pero un sueño al fin.

Aún tendremos que seguir llevando una vida con muchas limitaciones de las que ya nos hemos estamos acostumbrando a vivir. Tengo sentimientos encontrados. Cuando miro alguna serie o película donde los actores viven “normales”, quiero decir, sin cubre bocas, sin usar sana distancia, sin estar en confinamiento, entran y salen de todas partes, platican, ríen y lloran junto a otras personas, se abrazan, se besan. No puedo dejar de sentir nostalgia por lo que éramos apenas hace un año. Me pregunto si algún día volveremos a vivir así, y si una vacuna nos llevará nuevamente a la normalidad, ruego que sea así.

En lo personal estoy agradecida con Dios y con la vida por esta enseñanza, porque ha sido como un “parteaguas” para poder valorar lo que tenemos, ya sea mucho o poco, y no sólo hablo de lo material. Valoro y bendigo mucho mi trabajo así como mi plato de comida en la mesa, el vestido y sustento. Pero lo que ha sido más importante para mí es la convivencia familiar, que ha logrado que vivamos momentos que aunque son cortos no dejan de ser inolvidables. Antes, con el correr día a día no había tiempo para sentarnos una tarde cualquiera a disfrutar de una buena charla o escuchar a los niños jugar o contemplar las aves en el cielo.

Tengo mucha fe que hay un futuro bueno y cercano para todos nosotros. Que lograremos brincar victoriosos esta pandemia y volveremos a nuestras vidas agitadas y locas. Pero mientras eso suceda seguiré disfrutando en las tardes de un buen café con un buen libro para leer y de no mirar un reloj verdugo que dirija mi vida.

Por fin a Chetumal le llegó un esperado regalo de año nuevo. Gracias a las gestiones hechas a la federación por el gobernador Carlos Joaquín González junto con su gabinete, se da la autorización al sur del Estado de convertirse nuevamente en Zona Libre como fue alguna vez y que tuvo su ocaso en el año 1993 dejando una desolada economía, con tiendas vacías convirtiéndose en cualquier giro comercial muy lejano a lo que fuese muchos años atrás. Recuerdo una kilométrica avenida Niños Héroes con hermosas tiendas que vendían infinidad de productos de todas las partes del mundo. Era un deleite caminar y ver aquellos aparadores. Podías ver fina porcelana como el Lladró de España o Limoge y Baccarat de Francia, así como fruteros, ensaladeras, platos o juegos de copas de cristal cortado francés como el Lalique o D’arques. Había una variedad de hermosos manteles españoles bordados que no sabías cuál escoger. Y no se diga de la variedad de famosos perfumes franceses. Electrónica y juguetes que venían de Japón. Una gama de productos enlatados como las galletas o leche danesa, quesos de Holanda, pastel de carne o molida o salchichas de Estados Unidos así como especias y productos del medio oriente o aceite de oliva, embutidos y conservas de España. Cortes de tela fina de varias partes del mundo así como el famoso cashemere o casimir y no podía faltar la joyería proveniente de  Austria. Los maniquíes lucían ropa, bolsas, zapatos y accesorios de finas marcas y así puedo mencionar un sin fin de artículos. En el ir y venir en la Héroes podías hacer un descanso comiendo o tomando un exquisito café árabe de las cafeterías de los libaneses acompañado de sus dulces árabes como los Dedos de novia, Baklava o Maamoul entre otros. Este año nuevo, ciudad Chetumal tiene un nuevo reto que es volver a darle vida a esa famosa avenida Héroes o quizás estrenar una nueva. Otro reto es traer ese comercio extranjero y romper el estereotipo de “Hecho en China”. Otro reto es que disminuya o termine la pandemia para que tengan muchos visitantes y  recupere su economía. Les deseo la mejor de las suertes y muchas bendiciones.

A todos mis lectores, amigos, familia y compañeros de Proyecto Brújula les deseo de corazón una Feliz Navidad, que el Niño Jesús reine y bendiga sus hogares trayendo paz y armonía. Que éste nuevo año 2021 sea pleno de luz, bendición, éxito, unión y que no les falte techo, comida y sustento.

Mostrar más
Back to top button