Tres historias de amor, de entrega y de ilusión para rendir homenaje al amor más grande e incondicional
Definitivamente la faceta que engrandece la personalidad y el mayor impacto de toda mujer en la vida es la maternidad. Divide su existencia en un antes y un después, muchas dejan de lado sus propios miedos y se convierten en el soporte emocional de sus hijo(s) y la capacidad de amar y de cuidar de ellos se multiplica en automático desde el momento de dar a luz. Para un hijo, no hay ser más maravilloso que una madre, y qué mejor si contamos con un día como el 10 de mayo para refrendar ese lazo y hacer patente que ese vínculo merece una celebración. ¡Felicidades a todas las madres del mundo!
Hened Chalita
Recuerdo con mucha ternura el momento en que el milagro de ser madre cambió mi vida. Creo profundamente que nuestras almas se atrajeron mutuamente para crecer juntos; pero en ese momento no tenía idea de los aprendizajes y los retos que vendrían. Ese día conocí una dimensión del amor inimaginable, sí, amor incondicional, el vivir eternamente agradecida, enamorada de sus ojos, el ser su guarida y abrazo, el pedirle a Dios tiempo y salud para verlos crecer y a la vez no querer que crezcan porque cada momento juntos es perfecto, cada sonrisa, el desbordarme de admiración y orgullo en sus logros y el sentir una conexión especial que cada día se hace más fuerte y no querer perderla nunca. Es verme en mis hijos y saber que ellos también se ven en mí y el saber que hoy están aquí y mañana volarán hacia su propio destino y yo seguiré el mío, sabiendo siempre, ¡siempre que estaré para ellos!
Dejaré todo en la cancha para que mis hijos, Leonardo y Mateo Patiño Chalita, sean buenas personas y buenos hombres en toda la extensión de la palabra. Que el respeto hacia los demás y en específico hacia las mujeres no sea una opción.
Yo sólo pido sabiduría para saber guiarlos en este camino de la educación. Hoy los miro, y los veo tan crecidos, cada uno tan en su forma de ser y estar, me siento tan orgullosa y colmada de amor y agradecimiento a este sueño hecho realidad.
Areli Morales
Mi mayor experiencia como mami en la vida es que nunca dejo de sorprenderme, porque lo desee tanto y tú, Layla Pérez Morales, me elegiste como tu mamá. Eres la extensión de mi ser, ese vínculo que ha ido creciendo con el tiempo para ser mi fuente de inspiración y aprendizaje.
Ser mamá es ese instante que cambió mi vida para siempre y le agradezco a Dios porque hayas sido tú mi Tikitita hermosa: la prueba más grande de que el amor existe y nunca termina. Te amo con todo mi ser.
Dayna Williams
Lo más extraordinario que nos puede pasar en la vida es ser padres. Mi hija, Camila Garza Williams, llegó a enseñarme, acompañarme, divertirme, retarme y querer cada día ser mejor.
Para mí, ser mamá significa la responsabilidad de llevar a un hermoso ser a encontrar sus talentos, pasiones, capacidades, y que disfrute cada día de esta vida. Con sólo existir y sin saberlo los hijos nos enseñan a amar de manera incondicional y sin límites.
CRÉDITOS:
Fotografía: Daniela Méndez.
Locación: Templá Contract Furniture.
Coordinación: Esteban Torres P.
