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Abraham González

Innovar e invertir en nuevos conceptos que abran el apetito


Especial:
¡Chefs al rescate!

Abraham González

Innovar e invertir en nuevos conceptos que abran el apetito

Con 18 años de edad, Abraham González incursiona en el campo de alimentos y bebidas incorporándose a las filas de la cadena TG Friday, primero como mesero mientras estudiaba Administración de Empresas y una vez que termina su carrera, se lanza a la aventura y se instala en Cancún, pero ese año cierra TG en Cancún y le ofrecen un lugar en Italianni´s.

La idea de trabajar en un lugar similar a los de la Ciudad de México no llenó sus expectativas, así que al mes renunció y entró al Pat´Obrien´s, dos años después le tocó cerrar sus puertas pero inmediatamente se integra al Grupo Mera, específicamente al equipo de apertura de la Terminal Dos: Bubba Gump, y de ahí salta a la hotelería donde tiene su primer contacto con los vinos, y pronto lo convierte en su especialidad para verlo como un tema de negocio, profesionalizando ese gusto con capacitación a través de la Asociación de Sommeliers Mexicanos.

Al término de su diplomado lo contrata Gran Caribe Resort y eleva el record de ventas de vinos en todos sus centros de consumo. La cadena hotelera Hard Rock le mejora la oferta y durante casi dos años hace un excelente trabajo. Durante una cata que ofreció el restaurante Bovinos conoció a Evandro Souto, directivo de la cadena restaurantera, y esa noche el representante de la bodega lanzó un reto: ¡Quién me diga de qué uva es este vino le regalo una botella! Y Abraham dijo: Petit Verdot. Tenía una combinación de Malbec para mezclas de 5 o 15 por ciento. Ese detalle le valió la contratación de sommelier ejecutivo para Grupo Bovinos. 

Por ese tiempo, Abraham tenía la inquietud de dar un salto y hacer realidad un proyecto personal y adquiere un local dentro de Mercado Cancún para abrir un lugar de tostadas de mariscos que denominó Don Chingón, sin embargo, no prosperó el espacio y cierra sus instalaciones a casi un año de su apertura.

“Sin tener la experiencia necesaria de un chef, sentí que era un negocio con pocos riesgos, no es tan difícil hacer combinaciones sabrosas porque desde los 18 años había estado en contacto con los alimentos y ya sabía de estándares y calidad, además soy amante de los mariscos”, afirmó.

Después de dar ese primer paso, Abraham no se quedó con las ganas de retomar su proyecto y a principios de este año invita a unos amigos a su nuevo concepto donde integra otras sugerencias que fortalezcan las tostadas que ya tenían su clientela, sin embargo, a pocos días de abrir el lugar se declara la pandemia y con el restaurante ya listo, cierran las puertas y se pospone el inicio de operaciones.

“Yo nunca había sido creyente del servicio a domicilio del ceviche y la necesidad de complacer a mis clientes me obligó a hacerlo; se creó un nuevo modelo de negocio. Desarrollamos un concepto bonito para que sea atractivo cuando lo recibas y se te antoje. No ha sido fácil apostar por nuestros productos, pero ha sido interesante porque se convirtió en un reto y estamos puliendo nuestro marketing”, afirmó el chef, sommelier y empresario. 

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