Intimidad es

Elena Villarreal

Lo que mejor define a Elena son los perfumes y será a través del descubrimiento de sus notas de cabeza, de corazón y las de fondo, como es el alma de una de las damas más icónicas de nuestra sociedad…

Por Esteban Torres P.

PRIMERA PARTE: LOS CIMIENTOS

¿Alguna vez visualizaste cómo querías verte en un futuro?

“Desde muy chica me gustó mucho la moda y la belleza, estar rodeada de cosas preciosas, yo creo que por eso me busqué un trabajo que me diera todas esas oportunidades”. 

¿Cuándo eras joven te viste reflejada en alguna mujer por su fortaleza, su talento o bien su legado?

“Me vi en todas las grandes mujeres que históricamente han estado ligadas a la industria del perfume como una Estee Lauder, Elizabeth Arden y Elena Rubinstein, entre otras, todas son mujeres que tuvieron una vida muy difícil pero que al final lograron su objetivo, por estar empeñadas y enfocadas en lo que querían lograr. Cuando me inicié, era una época donde las mujeres no figuraban tanto, y esas mujeres no sólo figuraban, ya brillaban desde entonces”.

¿Ser la hermana mayor de seis hermanos te colocó alguna vez en el modo ´ejemplo´ de todos ellos?

“Sigo. Como hermana mayor tienes que dar el ejemplo de lo que se puede hacer. Los cuidé de niños y hasta la fecha veo por ellos, me piden consejos de todo tipo, a veces incluso las asesoro cuando necesitan estar bonitas para algún evento. Evolucionó la convivencia con el tiempo y sigo siendo el ejemplo de muchas cosas”.

¿Cómo se forjó el corazón empresarial de Elena?

“El comercio siempre me ha apasionado desde muy chica. Cuando visitábamos a mi abuelo materno en mi natal San Luis Potosí tenía una tienda que se llamaba El Triunfo, y era mi máximo, empezaba a ponerse de moda la mezclilla para los obreros y también había cosas para dama. En el segundo piso había muebles, colchones y otras cosas. Me di cuenta que había una estructura detrás de todo esto y me encantó”.

¿Tuviste algún Plan B cuando barajaste tu futuro dentro de los negocios?

“Me hubiera gustado ser bailarina de ballet, pero no se dio. Siempre estuve muy enfocada en lo que quería ser, quería satisfacer necesidades de los clientes con productos originales y posteriormente se convirtieron en artículos que simplemente no se habían visto antes en México, ese era mi gran reto. Ya que tenía la oportunidad de viajar y además Quintana Roo era zona libre, era más fácil traer lo que se me antojaba, además tengo buen gusto. Se me dan las compras y mejor aún ¡las ventas!”

¿Cuál fue el reto más grande que tuviste que vencer cuando las cosas fueron tomando su curso formal: crecer era inevitable y expandir la marca era la meta?

“Ultrafemme nace en Chetumal cuando yo tenía 23 años. Yo venía de otro mundo y no sabía ni qué era Zona Libre, pero aprendí que la gente venía a comprar por precio, pero además venían motivados por la vanidad, a buscar lo bonito y la necesidad de tener algo exclusivo, de mucha calidad. El negocio creció y evolucionó, pero al poco tiempo intervino el gobierno, quitaron la zona libre, ya no podías importar tan fácilmente, así que sólo teníamos una opción: venir a Cancún porque había turismo de alta calidad. Me tocó ver la mejor época de Cancún con los mejores productos y vender a una clientela muy selectiva. Después llegaron los grandes comercios para hacernos competencia. Pero aún sigue siendo una experiencia visitarnos porque un aroma no lo hueles por internet, los clientes esperan ser consentidos, asesorados y nosotros tenemos especial cuidado de atender bien a todos nuestros visitantes”. 

Seguramente la pregunta que más te han hecho en todos estos años es cuál ha sido tu fórmula para alcanzar el éxito en los negocios… Pero ¿realmente esa fórmula te ha hecho feliz?

“Claro que sí porque es parte de mis valores, el ser honesto, el ser congruente, poder ofrecer algo con sinceridad; en mi casa viví mucho la honestidad. Mi papá era un hombre recto y aprendimos que esa es la manera de vivir. Cuando Chetumal era zona libre pude haber subido un 5% más el precio a mis perfumes y de todas formas iba ser muy barato, pero no era eso, valía más para mí ser honesta. Cuando sufrimos las devaluaciones, negociamos con muchos de los proveedores, llegamos a deber 200 mil dólares, les dije: Tenemos un problema, tengo su mercancía y la quiero vender, pero no la puedo pagar, el mercado cambio, todo cambio, les pedí tiempo; me comprometo a vender su mercancía y a pagarles cada centavo. Tardamos dos años en liquidar la deuda, pero esa honestidad se convirtió en una reputación impecable”.

¿Cuál ha sido la decisión más importante que ha cambiado tu vida, tanto profesional, como personal?

“Mudarme a México. Vine pensando en que íbamos a abrir un negocio, no dije no tengo dinero a ver cómo le vamos a hacer… No conocíamos a nadie en Chetumal y fue muy difícil levantarlo. La devaluación nos afectó, pero también nos ayudó, porque eso nos obligó a brincar a Cancún y renacimos; muchas veces las crisis no son tan malas porque seguimos disfrutando de aquella decisión y aquí seguimos”.

SEGUNDA PARTE: INTIMIDAD…ES

Lo que mejor define a Elena son precisamente los perfumes y será a través del descubrimiento de sus notas de cabeza, las de corazón y las de fondo, como es el alma de una de las damas más icónicas de nuestra sociedad… Ella es toda una personalidad envuelta en una fragancia única convertida en una gran mujer.

“Ay muchas gracias, eso sonó divino, por eso dicen que una fragancia es una armonía, si la tallas destruyes las notas, tienes que dejarla que evolucione con tu cuerpo. Ahora que vino mi amiga Yvette Moretti, le aprendí mucho y dice que el perfume es música que se escucha con la nariz”.

¿Cuáles son las notas de cabeza cuando aparece Elena en un escenario social, empresarial o familiar, es decir, qué es lo primero que te gusta regalar de ti?

“Soy muy sociable, me gusta mucho convivir con la gente y por lo que vendo, me preguntan por lo nuevo, lo que se anda usando o dónde lo pueden conseguir; me gusta ayudar a las personas para enseñarles qué dice tu perfume de ti cuando llegas a algún lado”.

¿Cómo mantienes el equilibrio, tu estado zen, cuáles son esas notas medias o del corazón, que te permiten conservar tu esencia?

“Soy muy disciplinada, necesito tener equilibrio en toda mi vida; hago ejercicio, como sano, trato de no desvelarme, profesionalmente tengo una vida sana que me da la oportunidad de ser creativa. Soy muy Ultrafemme porque fue la mamá de todos los pollitos, después vinieron las boutiques, pero me gusta cuidar la empresa, modernizar con clases de mixología por ejemplo, para crear o definir una personalidad. Como tengo un laboratorio a mi alrededor, puedo probar de todo y hacer muchas combinaciones”. 

¿Qué se necesita para descubrir la fortaleza de Elena, de qué están hechas tus notas de fondo, es decir, tus convicciones, tus principios, tu filosofía de vida…?

“Soy una mujer fuerte, he pasado pruebas muy duras; vivir en Chetumal no fue fácil, llegar a Cancún cuando no había nada, tenía un hijo chico, incluso conocer bien el país me tomó mucho tiempo”. 

Si bien dentro de la industria que amas tienes tus aromas favoritos, ante cuál de la naturaleza sucumbe Elena y queda vulnerable… 

“La vainilla, porque además es una orquídea y es mi flor favorita; es muy cálida, es seductora y es un olor que calma, te da tranquilidad. Y de pensar en lo bonita que es, cómo se da, de dónde viene”.  

El primer aroma que cautivó tu olfato…

“Chanel No. 5. Recuerdo que lo usaba mi abuela. El Shalimar es otra que me fascina. Mi mamá era de fragancias amargas, nada qué ver con mi universo olfativo”.

La fragancia que evoca momentos inolvidables en tu corazón…

“Las de mi mamá, a pesar de que sus aromas favoritos no eran los míos”.

El aroma que te gustaría volver a disfrutar…

“No existe. Trabajando en este negocio tengo un universo de fragancias por explorar y si se dejan de hacer, siempre hay nuevas por descubrir”.

TERCERA PARTE: SOY LEYENDA

Si bien el respeto es incondicional; la admiración se gana y en tú persona tiene además un aire de confianza y lealtad, cómo correspondes ante estas distinciones que has despertado entre nuestra sociedad…

“Siendo yo misma, el ser auténtico te ayuda mucho, no puedes inventar una personalidad, no puedes ser nadie más que no seas tú. Salgo a la vida con mi cara de Elena, doy los buenos días o las buenas noches con mi cara de Elena, y la Elena que tú conoces es la cara que soy y seré siempre”.

Y después de: “Perfume, pasión y seducción”, que otro legado podemos esperar de ti…

“No te puedo decir todo ahorita, mi negocio va cumplir 50 años en 2025; me gustaría tener una fragancia edición limitada, hacer una gran fiesta para agradecer a mis proveedores y amigos, mis compañeros, mi familia. No cualquiera llega a 50 años. Pensé en escribir un libro, pero quién lo va leer, la gente ya casi no lee. Me siento como aquella vendedora a la que le preguntas por el aroma más bello y te dice: Te voy a recomendar el que a mí me encanta. Y la verdad eso es algo que a nadie le importa. El cliente quiere descubrir uno que a él le encante, así que muéstrale los más bellos. Así yo con mi vida, a mi me ha gustado vivirla así pero no tiene que gustarle a los demás”.

Después de toda una vida dedicada a los negocios, te has volcado últimamente en las obras sociales. ¿Ellas te buscaron o tu corazón te condujo a ellas?

“Siempre he andado buscando algo en lo que pudiera dedicar mi tiempo, pero que estuviera ligado a mujeres; mi negocio nació con la idea de ayudar a mujeres que necesitaban emplearse para ganar su propio dinero y no tener que depender exclusivamente de un hombre. Cuando me enteré de Vifac que era un organismo que atendía a niñas vulneradas, primero tenía que entender el término, ya luego me enteré de niñas golpeadas, embarazadas; yo a los 11 no sabía nada de la vida y algunas de estas niñas ya tienen un hijo. Yo no soy ni doctora ni psicóloga, pero tenía ganas de hacer algo por ellas. Decidí encargarme del bazar para generar recursos, le di una nueva personalidad. Me ayudaron Ana Catalina Garza y Mayuli Asencio, lo pusimos bonito, conseguimos piezas para vender a las que pudieran darle uso, por eso se llama Segundo Aire, porque es además lo que estamos haciendo por ellas”.

¿Qué parte de ti faltaba llenar y es gracias a ella que ahora te sientes plena?

“No hay cosa material que pueda llenar el vacío emocional, y el hecho de ayudar, saber que puedo sacar una vida adelante, es maravilloso”.

¿Has dejado alguna meta por cumplir?

“Ninguna, creo que debería darles más tiempo a mis nietos, pero ellos saben que no soy muy maternal; todo el mundo habla de sus nietos. Doy lo que puedo y espero que a alguien le sirva, sin esperar que eso me convierta en una mejor persona”.

Solemos decir que a veces estamos en nuestro “segundo aire”, Elena por cual atraviesa actualmente… 

“Ya he viajado mucho, he comprado, he vendido, he hecho de todo en mi vida; amo mi empresa, mis vendedores, me siento parte de ellos y no precisamente su jefa. Mi propósito como empresaria o como voluntaria es enseñarte a descubrir cómo vivir la parte del lujo que tú quieres vivir, porque lujo es una palabra a la que cada quien le da un significado, para unos es viajar, comprarse perfumes, para mí es hacer ahora lo que me da la gana y eso es algo que aprendido a lo largo de todos estos años”.

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