¿
Restaurantero por accidente o por convicción…?
Restaurantero es una segunda opción.
Mi idea era jugar futbol muchos años;
me trajo a México y bueno… Estoy tra-
bajando en la gastronomía, en restau-
rante, desde los 14 años…
¿
Cuál es tu corte favorito?
El R-Bye, de New York.
¿
Cuándo es bueno hacer un corte?
Cuando escuchas esa voz que te dice
para. Que es la misma que te dice
sigue… Hay que tener la sabiduría o
pedirla para saber cuándo parar y
cuándo seguir.
¿
Te gusta hacer tangos?
Lo llevamos en la sangre todos los
argentinos… Creo que el latinoameri-
cano es muy melodramático, pero trato
de ver la vida con más optimismo que
melodrama.
¿
Cuál fue tu peor tango?
Según como se entienda, pero el peor
tango… Cuando digo una mentira, a
veces sin darme cuenta, y sale a la luz…
Pero he aprendido a pedir perdón a lo
largo de 50 años.
¿
Te gusta bailar tango?
Me gustaría, pero no sé. El tango
bailado no era de mi generación, la del
rock & roll, a veces hasta nos avergon-
zaba a los jóvenes. Sin embargo, ahora
en Argentina se está volviendo a bailar
el tango, como que resurgió, como
algo de nuestras raíces, para resaltar y
mostrar al mundo.
¿
Y un jarabe tapatío te lo has aventado?
He hecho el ridículo varias veces tratan-
do de bailar algo parecido...
El sueño que no has podido realizar… y el
impensable que realizaste…
Afianzarme muchos años jugando en
Primera División en el futbol. ¿El que
cumplí? Desarrollarme, vivir en un país
que no es el mío y encontrarme en Can-
cún, formar una familia...
¿
Maradona qué es en la vida de Gustavo?
El más grande jugador que hubo para
Argentina. Fue especial, porque siempre
encarnaba la lucha de los pobres contra
los ricos. Mucha gente se vio reflejada en
él en muchas luchas de la vida…
¿
Quién es tu Evita Perón?
Evita Perón fue un personaje amado por
muchos, odiado por muchos, figura muy
controversial en la historia de Argen-
tina… No era de mi agrado ni de mi
familia, así que no tengo referencia.
A propósito de tus 50, ¿te sientes como un
buen vino?
Habría que preguntárselo a mi esposa…
Lo que sí es que me siento todavía con
muchas ganas de hacer cosas.
Tu vino favorito…
Un Malbec.
Tu entrada triunfal…
Si hablamos de los negocios, cuando
abrimos Cambalache en Cancún,
pues a pesar de que costó bastante
al principio pudimos imponer un estilo
de servicio que hoy es reconocido por
mucha gente que sigue fiel a nuestros
restaurantes, que buscan más que una
buena carne o un buen platillo.
¿
Cuál es tu opinión del
all inclusive
?
No es la mejor opción para Cancún, por
comentarlo de una manera benévola.
Cancún nació para otra cosa, para ser
un pura sangre, pero le están pintando
rayas blancas para llevarlo al zoológico
y exhibirlo como una cebra.
¿
A qué te sabe la vida?
En estos momentos me sabe a felici-
dad, me sabe a ocupación, me sabe a
familia, a Dios, a tratar de disfrutar cada
minuto de ella.
¿
Cuál es tu miedo latente?
Alejarme de mi familia.
Tu ocurrencia recurrente…
Son muchas las ocurrencias que tengo
en el día. Como hablo tanto… son
muchas. Creo que es un don que Dios
me dio. Trato de utilizarlo bien, el ser
muy hablador. A veces me doy cuenta
que me paso. Pero Dios está trabajando
conmigo en ese aspecto.
Tu salida fácil…
La incomprensión… No comprender
a la otra persona es lo más fácil para
zafarte.
Algo atrevido que te gustaría hacer…
Creo que me he atrevido a hacer todo
lo que me he propuesto, y a veces me
he encontrado haciendo cosas que
años atrás ni me hubiera imaginado.
Como de repente servir a la gente
como Dios manda.
¿
Para ti qué es servir a los demás?
El que no sirve, no sirve. Todos en la vida
servimos a alguien. Sirves a tu familia,
sirves en un trabajo, sirves a la sociedad,
a tu país. No me imagino una vida sin
servicio. El que no vive para servir no
sirve para vivir. Lo dijo Jesucristo.
Cambalache…
Me eriza la piel.
Puerto Madero…
Es una consolidación.
Bandoneón…
El hijo más chiquito del grupo.
Miami…
Empezar de nuevo.
¿
Qué te quita el sueño?
Ver el sufrimiento de mucha gente…
Jajaja. Me sentí como Miss Universo: “la
paz mundial”... En realidad, la dirección
que tome la vida de mis hijos...
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