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Hermoso
de Mendoza
festejos. Entonces de alguna manera me siento identificado con el
público de Cancún, como diciendo que cuando yo vengo sí se
convierte en una plaza muy taurina y además poco turística; la gente
que vive en Cancún gusta de la fiesta.
España, tu lugar de origen…
Mis raíces. Ahí tengo a toda mi familia, y parte de mi cultura. Ahí me
hice persona y crecí y de alguna manera parte de como soy es
influencia de España.
¿Y Francia?
Es un país que me encanta, primero porque vivo muy cerquita de
él, como a 150 km de su frontera. En cuanto al tema taurino es un
país intelectual, con un aficionado culto, que se prepara para ir a
los toros.
¿La palabra afición qué te significa?
Afición es pasión por cualquier cuestión de la vida, por cualquier
arte, por cualquier deporte, por lo que sea.
¿Cuál es el cartel que más te ha enorgullecido?
Creo que el que nunca he toreado… Con algún torero de esos
míticos, fuera de mí época, que no tuve la suerte de haber coin-
cidido, por ejemplo con Marcos de Celis, con don Álvaro Domecq,
pero uno de los más bonitos que he toreado en mi vida fue en la
Plaza de Vista Alegre, en Madrid, con Antonio Romero, también uno
de los matadores legendarios de a pie, y lo recuerdo como un día
especial de mi vida.
¿Cuál es tu fiesta brava personal?
Yo creo que es mi vida. El hecho de tener pasión por lo que hago,
por mi afición, por mi trabajo, y al final mi vida ha girado siempre
alrededor de este mundo.
¿Carnívoro o vegetariano?
Fui carnívoro y ahora vegetariano por naturaleza. Mi organismo ha
ido cambiando y en el transcurso de los años me saben mejor las
verduras.
¿En qué radica el arte de la sangre?
No hay arte de la sangre. Yo creo que el arte de la fiesta de los
toros es el arte de torear, el arte de acompañar, de acompasar la
embestida del toro con la del caballo. La sangre es un desenlace
que pienso que además con el tiempo irá desapareciendo.
¿Qué se siente salir en hombros?
Es como el premio, la recompensa de que la gente quedó emo-
cionada con lo que tú hiciste. Eso es un momento un poquito mi-
tológico.
¿A quién consideras tu rival?
En mi vida ha habido muchos, y siempre manejo un proverbio indio
muy bonito que dice que ´la grandeza de un guerrero la dan los
rivales con los que se ha medido´. Y yo gracias a Dios me he medido
con muchos, unos mayores que yo, otros que han venido después
que yo a desplazarme, y de todos ellos he aprendido muchísimo.
Ritual…
Es muy extenso para contarlo en poquito tiempo, pero siempre gira
alrededor de buscar un poquito en tu interior, de meditar, de pensar
en lo que quieres en ese momento, pero también en todo lo que
puedes perder si estiras la goma hasta el límite.
Tu superstición…
He tenido muchas y llega un momento que nadie quiere vivir con
ellas. Me deshice prácticamente de casi todas, pero sigo teniendo
algunas. Antes de ver el toro me gusta jalar las orejas de mi caballo,
como diciéndole aquí estoy contigo, te voy a cuidar; darle un beso
a una medalla de San Pablo que llevo en la muñeca y pensar en
mi familia.
¿Cuál has considerado tu máxima victoria?
El forjar una familia y ser capaz de mantener esa unidad familiar.
¿Qué te quita el sueño?
Lo que más me quita el sueño es el amor y el desamor.
Fotos: Esteban Torres.
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