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Pablo
uita
sueños
Sé que si le heredo (mi trabajo)
a alguno de mis hijos me va a
tocar sufrir mucho, todavía más de
lo que he sufrido en mi profesión,
pero me encantaría poderle
transmitir todos mis conocimientos,
todas mis vivencias
¿Quién te aventó al ruedo?
Mis sentimientos. Fue mi pura pasión, nadie me indujo a ello.
¿La influencia de alguien?
Especialmente la de mi papá.
¿Por qué no agarras al toro por los cuernos?
Soy de los que lo agarro, y muy a menudo.
¿Te ha cogido algún toro?
Cogerme no, pero sí me ha dado unas volteretas…
¿Te deslumbraron los trajes de luces?
No. Me deslumbró el arte.
¿El toro es mejor verlo desde la barrera?
No. Desde la barrera se ve de una manera, pero de cerquita es donde de
verdad te pasa toda su información.
¿Has tenido miedo en el ruedo?
En el ruedo no. Tengo un auténtico pavor las horas previas; la hora anterior a
vestirme siempre me meto en la habitación a hacer un poquito de meditación
y entonces es cuando más lo sufro.
¿Qué da la cruza de un toro y un caballo?
No se puede dar, pero si se diera a lo mejor saldría un Pablo Hermoso.
¿A qué sabe la ovación?
A gloria.
¿Has tenido alguna rechifla? ¿A qué sabe?
Sí. Cuando es justificada, a una cura de humildad.
¿Has perdido una oreja?
Muchas.
¿Cuánto ha sido tu récord de orejas y rabos?
La racha más amplia de cortes de rabos ha sido aquí en México, ocho
seguidos, y además en plazas importantes como México, León, Mérida, Oriza-
ba…
¿Cómo te cuidas el rabo?
Como cualquier humano, de la mejor manera posible y no haciéndole de-
masiado caso.
¿Te gustaría que tus hijos heredaran tu carrera?
Sé que si se lo heredo a alguno de mis hijos me va a tocar a sufrir mucho, to-
davía más de lo que he sufrido en mi profesión, pero me encantaría poderle
transmitir todos mis conocimientos, todas mis vivencias.
¿Si no hubieras sido torero rejoneador qué hubieras sido?
Hubiera sido cualquier cosa desde luego siempre unida al mundo animal…
Estimo a los animales, la convivencia con ellos, el trabajo con ellos.
¿Cómo llevas México?
Como mi casa de adopción. Un país que me adoptó, que me mimó, que me
hizo crecer en muchos aspectos de mi vida.
Tu última faena en La México… ¿cómo te supo?
Me dio una gran satisfacción, pero fue un éxito de esos forjados con mucho
sufrimiento, de los más duros en la Plaza México… Había llovido mucho los
días previos, se auguraba que a lo mejor la corrida no se podía dar; el suelo
estaba muy resbaloso. Se empezó a complicar todo para poder llevar a
cabo mi arte. Entonces todo lo que hice con el toro fue mucho más peligroso
que de haber estado normal el piso…
Para ti qué es la plaza de Cancún…
Primero me trae bonitos recuerdos, porque vine de viaje de novios y vine a
ver un espectáculo que se hacía para los turistas. Posteriormente cuando
llegué aquí como torero, era una plaza que me decían que no daba muchos
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