EL CIELO DE GUSTAVO

El nuevo año lo iniciamos reconociendo la trayectoria de GUSTAVO ORTEGA, un personaje que desde la latitud 32 ha querido rendir tributo a México, a su terruño de origen, a su latitud 21.
Cozumeleño de origen, GUSTAVO emprendió una aventura dentro del mundo vitivinícola nacional hace un par de años. Se afincó en el Valle de Guadalupe para crear su propio vino, y así surgió la bodega El Cielo -nombre que hace honor a su playa predilecta-, donde han surgido interesantes líneas con reconocimiento incluso mundial.
De la línea astrónomos surgieron Galileo, Copernicus, Kepler, Hubbe, Halley; de la línea constelaciones, Capricornius, Orión, Perseus, Cassiopea, y de la línea astros, Stellas, Eclipse y de reciente creación Sirius, todos bajo la responsabilidad del enólogo JESÚS RIVERA.
Es precisamente con Sirius con el caldo que GUSTAVO se quiere consagrar, y lo está consiguiendo. Ha sorprendido a la comunidad vitivinícola, y ya tiene varios admiradores. De hecho circula ya en las cavas de afamados hoteles y en la de algunos coleccionistas.
Pero más allá de todo, GUSTAVO ha buscado maridar el tema del vino con el tema turístico creando un espacio que en su latitud se ha constituido como un referente. En bodegas El Cielo sucede la alquimia entre vinos, gastronomía, conciertos, hospitalidad. En bodegas El Cielo suceden los tributos diarios a la tierra, al arte, a México… Está escrito y decidido, bodegas El Cielo busca la trascendencia para contribuir a inscribir a nuestro país dentro de la geografía vitivinícola internacional, y eso nos merece un largo brindis por este cozumeleño que cambió su vocación política por su pasión vinícola, que comparte desde la latitud 32 a su latitud 21, esa enorme puerta por donde se asoma México para llamar al mundo… Voilá!

[mariana]
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