01 abril 1925 / 08 junio 2025
Madre querida, aunque tu partida nos ha dejado un vacío en nuestras vidas, también nos deja hoy un legado de amor que nunca se desvanecerá.
Madre, tu ausencia ahora será como un faro que ilumina nuestro camino, recordándonos que tu amor será una luz que nunca se apagará.
Aunque no podamos tocar tu mano nunca más, sentiremos tu presencia en la calidez del sol que acariciará nuestra piel, como un abrazo que recibiremos en tu memoria desde el más allá.
Familia Carranza/Aguirre