Nutri Cristi… Nutricionista

Por Esteban Torres P.

¿Qué fue lo que definió tu vocación como nutricionista?

“Cuando decidí estudiar Nutrición pensaba que todo se reducía a contar calorías y hacer ejercicio, sin embargo, descubrí que ser nutriólogo requiere de una formación académica ardua que no corresponde a los estereotipos de chicas y chicos que únicamente quieren verse bien”.

¿Qué lo afianzó?

“El poder ayudar a muchas personas a recobrar su salud fue lo que me hizo darme cuenta el poder que tiene alimentarse bien, en conjunto con un estilo de vida saludable”.

¿Aprender a alimentarse es una respuesta a veces a un mal hábito, a costumbres que se hacen rutina y se convierten en kilos de más o bien, a causa de enfermedades derivadas de una mala alimentación? 

“Definitivamente, los malos hábitos son el resultado de muchas enfermedades a corto o largo plazo, desgraciadamente vivimos en un país con una mala cultura dietética, sin dejar de pasar por alto que los hábitos se construyen en casa”.

Enero; es cierto que es el mes del arrepentimiento y de comenzar a pagar los excesos de todo un año, no sólo de diciembre…

“Yo creo que es la misma sociedad que ha implementado estos “deseos” de querer empezar de nuevo, no sólo enero, si no todos los lunes… ahora si el lunes empiezo con todo (dicen). Si queremos dejar de pensar en el borrón y cuenta nueva, es mejor empezar a construir poco a poco con constancia y disciplina esos objetivos que tenemos en mente, y tomarlo con parte de un estilo de vida”. 

¿Cómo le haces para que tu agenda no se llene de largas filas de buenos propósitos y de promesas que se romperán en un par de meses?

“Es común empezar el año con toda la actitud y arrancar con los miles de propósitos, y ese es el problema MUCHOS PROPÓSITOS; enfoco a mis pacientes a que se centren en uno o dos en un corto plazo hará que funcione y no terminen abandonados en unos cuantos meses”. 

¿Cuáles son las razones más comunes por las que tus pacientes llegan a ti?

“La más común es bajar de peso. Pero desde hace muchos años mi práctica de consultas no se centra en el peso si no en el bienestar integral de cada uno de mis pacientes. El peso no define el estado de salud de cada persona”. 

¿Cuando las lonjitas pesan más que la voluntad qué haces para convencerlos para que apliquen tus consejos…?

“El compromiso de parte del paciente es importante. Ganar salud, va más allá de bajar la ´lonjita´. La dedicación, la constancia, la disciplina son los enfoques primarios dentro de mi consulta, mis consejos van en función si mi paciente se compromete a ejecutarlos”.

¿Cuál es tu rutina alimenticia para conservarte en talla y peso, además de bella 24/7/365?

“Jaja gracias por el cumplido. Nunca he tenido un tema con mi aspecto físico, muchos piensan que como pura lechuga y rábanos, pero en realidad como de todo en balance, soy consciente cuando me excedo pero regresó de nuevo a mis hábitos alimenticios. Mi rutina es muy básica: licuados por la mañana, comida casera por la tarde y ensaladas con proteína en la noche muy básicas, nada complicado”.

¿Eres estricta contigo misma o eso ya pasó y ahora has alcanzado otro nivel que te permite disfrutar sanamente de los alimentos?

“Antes era demasiado estricta, casi pierdo a mis amigas jaja, comía todo orgánico, comía muy puntal, mis amigos y mi esposo me decían que bajara un poquito, y sí, le bajé. Mucho influyó el impacto de las redes sociales, el tener que ser   ́perfecta  ́ pero ya me relajé, jaja ya pasó hace como ocho años”.

Practicas algún deporte y lo sugieres también para tus pacientes…

“Hago ejercicios funcionales en casa, desde la pandemia puse mi gym y me queda en casa, he ido comprando poco a poco mis herramientas, disfruto hacer ejercicio sola. A mis pacientes les recomiendo el ejercicio que más les guste, el cuerpo está hecho para moverse y no estar sentado frente a la TV o computadora todo el día. Son sólo 40 min a una hora lo que le podemos dedicar al ejercicio, de las 24 horas que tiene el día, desde bailar hasta crossfit, pero que lo disfruten”. 

¿Cuáles son los pecados alimenticios que te permites y cuáles son los que ni siquiera miras?

“Siempre he disfrutado de cualquier alimento, desde un gansito vegano lleno de azúcar que me encanta, hasta un jugo verde de vegetales, no veo el alimento como bueno o malo, simplemente disfruto el momento de comerlo y ya”. 

¿Cuándo te llegan los pacientes con altos niveles de triglicéridos, o peor aún, tuvieron un infarto recientemente por sobrepeso, cuál es protocolo a seguir? ¿Trabajas en coordinación con especialistas?

“Así es, tengo protocolos diseñados para diferentes padecimientos, todo basado en estudios de laboratorio, todo se hace de manera personalizada. Tengo médico y psicólogo como parte de mi equipo”.  

¿Cómo surgió tu línea de productos artesanales, libres de calorías y demás bondades que no tienen muchos productos en el mercado, aun siendo similares…?

“Fue muy chistoso, porque siempre me ha gustado cocinar, de chiquita veía en la tele un programa de la señora SARA en Guadalajara de donde soy originaria y preparaba repostería, y desde pequeña hacía galletas, la verdad me quedaban buenas, (creo jaja) pero con el tiempo por la escuela lo dejé. Hace nueve años retomé la cocina como terapia y ahí nació toda mi repostería, empecé con el ya famoso BROWNIWE SIN CULPA, y de ahí salieron las recetas, hoy en día estamos en cinco estados de la República.

Todos tenemos versiones de alimentos que son dañinos o no son recomendables para hacer una dieta, ¿qué haces para combatirlos cuando pueden ser de beneficio para algún paciente?

“Por ahí dicen que: si no puedes con el enemigo, pues mejor únete. Y es la realidad, competir con estas grandes industrias alimentarias es imposible. Los alimentos son dañinos cuando la constancia del consumo es frecuente, ósea, ya es parte de tu vida. Lo ideal es que sea ocasional”. 

Cuesta trabajo que la gente asimile la frase: “mente sana en cuerpo sano”.

“Yo creo que muchos no entienden el trasfondo de esa frase. Muchos problemas de salud, son por las emociones, si no tenemos una buena salud mental o emocional, el cuerpo lo comunica en enfermedades. Una buena salud mental, augura una buena salud física”.

¿Qué piensas de la frase que dice: “El colesterol no hacía daño hasta que los especialistas dieron con él”?

“Hace 30 años se decía que el colesterol era malo, pero sin colesterol no tendríamos hormonas. Del colesterol dependen nuestras hormonas, el colesterol en los alimentos en cierto punto es un mito, pues el colesterol es esencial para el organismo”. 

Qué les respondes a tus pacientes cuando te preguntan: ¿Puedo bajar de peso de alguna zona del cuerpo?

“Es común que me comenten eso, pero no hay ´dieta´ que haga eso, porque depende de muchos factores como la edad, sexo, ejercicio, hormonas, estrés, etc”.

Cuando llegan a ti y te dicen que una amiga les recomendó ir a ver a un nutriólogo, con el argumento que están delgados o fuera de su peso…

“El peso no determina el estado de salud, el ser delgado no indica estar sano, como muchas personas lo creen. La forma del cuerpo no es un indicador absoluto, muchas personas delgadas sufren algún padecimiento, por ponerte un ejemplo: estreñimiento. Ir con un nutriólogo, o por lo menos en mi caso, no sólo me centro en el peso si no en el bienestar integral de la persona”.

Cuando escuchas: ¿Cuántas galletas me puedo comer al día? ¡Se enciende tu semáforo en verde porque están a punto de agarrar la autopista libre al sobrepeso!

“El problema que he visto a lo largo de mi carrera es que las personas dividen los alimentos como buenos o malos, engordan o enflacan, ahí está el problema. Tener una buena relación con la comida, identificar antojos, estar consciente que los alimentos no son tus enemigos, la gente que hace la cultura de dieta, entra en recomendaciones. ¿Cuántas me puedo comer? Si mejor me hago la pregunta ¿realmente necesito este alimento? El juego mental cambia”.

¿Cuál es la satisfacción más grande que te ha dejado tu vocación?

“Ayudar a muchas personas a recobrar su salud”.

¿Y la frustración más grande…?

“Que no pongan de su parte para lograr sus objetivos, constancia, dedicación y disciplina son los pilares fundamentales en la preparación de cada uno de mis pacientes”.

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