Ella es Astrid Hadad

La Diosa del Mayab, la reina del Heavy Nopal, se reinventa, renace, se recicla y saca fuerzas de sus raíces mayas/libanesas para salir adelante, liderando las marquesinas del cabaret Hecho en México con su original forma de ser…

Por Esteban Torres P.

En un mundo donde todos hacen copy paste de los textos y de las imágenes, tú has sabido personalizar un sello con denominación de origen, dándole a tu talento una imagen única desde hace más de 35 años y al día de hoy, no hay quien siga tus pasos… ¿cómo te sientes al respecto?

“Hola Esteban, primero gracias por hablar tan generosamente de mi profesión. Después de 36 años de haberme subido a este tren que afortunadamente no afecta la biodiversidad como otros trenes, te puedo decir que la búsqueda continúa, los logros son el incentivo para seguir buscando formas de expresión dentro del género del cabaret que me permitan seguir haciendo espectáculos divertidos y que lleven a la reflexión o por lo menos a la duda…”

Cabaretera por convicción, actriz por ocasión, observadora que denuncia la corrupción y antropóloga e historiadora por pasión que ilustra al auditorio combinando su conto con un toque de diversión… ¿Cómo fueron aflorando esas pasiones en ti que unidas forman parte de tu personalidad? 

“Ha sido un camino lleno de sorpresas, de la facultad de Ciencias Políticas y Sociales, pasé a cantar en pequeños cafés, luego tuve un grupo musical, un día descubrí el teatro y allí fue mi revelación, pues al estudiar el teatro de revista y el cabaret fui entendiendo lo que quería hacer, que era usar el canto acompañado de otras disciplinas como el teatro y la plástica para crear mis propios espectáculos lo demás fueron años después de la escuela de teatro para encontrar mi propia manera de hacer cabaret”. 

Tras el confinamiento que vivimos a lo largo de 2020 ¿Cómo has salido a flote como cabaretera sin morir en el intento?

“Bueno, no me he quedado quieta, hice cinco cápsulas sobre las primeras figuras del cabaret en Francia, Alemania y México, así como también hice dos espectáculos online y una que otra presentación en foros sin público. Para tanta gente que como yo nos dedicamos a esto, ha sido difícil, pero la pandemia nos ha obligado a ejercitar la mente y buscar salidas. No importa lo que logremos, nunca será igual dar un show online que en vivo, la conexión de amor que se da con el público no puede ser sustituido por la tecnología”. 

Te imaginas en un futuro una Astrid Hadad reguetonera, haciendo pop o un crossover con otro género para conquistar a nuevas generaciones o prefieres serle fiel a tu espíritu creativo sin llamarlo precisamente zona de confort…

“No, pues hay ciertos géneros que para cantarlos bien los tienes que haber escuchado desde muy joven y aunque no le tengo miedo al ridículo, no es lo mío. Confieso que me gusta el rap pues usa las palabras de una manera genial, algún día que esté de vena me pondré a desentrañarlo”. 

¿Qué pasará con todo ese guardarropa pluricultuartesanal que se quedará en el armario cuando llegue el día que acudas al llamado del Señor ante el escenario celestial? ¿Lo donarás, formará parte del stock de algún museo o se quedará guardado en tu bodega como cápsula del tiempo?

“Pues si me petateo ahora será difícil donarlo a algún museo porque con el recorte que les hicieron a los museos más bien van a empezar a tirar sus colecciones y si es más adelante y hay otras condiciones pues a ver qué museo quiere quedarse con ellos y si no que se repartan entre la gente que lo quiera”. 

Antes de parir chayotes ¿cómo te visualizas ante la situación que estamos viviendo? Vi en redes sociales que empezaste una línea de bolsas con tus imágenes más icónicas. ¿Cómo surgió la idea?

“La línea de bolsas no es mía, sólo posé para agradecer un regalo que me hicieron con mi imagen, pero las bolsas que venden Pescaditos de oro son con otras imágenes muy bellas”. 

Por cierto, ¿qué tan adicta eres a las redes sociales? Alguna vez te veremos haciendo tú misma algún TikTok, porque al menos tendencia sí eres, y muy recurrente entre los tiktokers…

“No soy adicta y aunque no digo de esta agua no he de beber todavía no le entro a eso”.

Así como la comunidad LGBTTTIQ ha logrado que se respeten sus derechos con el paso de los años, consideras que el cabaret y sus exponentes han ganado también una batalla a la censura gracias a la libertad que han conseguido los cibernautas al emitir sus opiniones libremente en cada una de las redes sociales y sus múltiples plataformas en torno a uno de los temas recurrentes que forma parte del argumento de tus espectáculos desde tus inicios: la política.

“Es bastante contradictorio, por un lado, se ha ganado una libertad y por el otro se ha creado una polarización grave y también se ha llenado de basura y de odio. En fin, nada es blanco y negro, todo tiene sus matices y sí, vivan las redes sociales, pues permiten a mucha gente salir del anonimato y a otros ahorrarse el terapeuta pues es más barato desahogarse en redes”. 

Sin dar soluciones, pero sí opiniones de lo que pasa en México, alguna vez te ha buscado algún partido para ser la chalupa que saque al país de la empantanada chinampa en la que nos han metido tantos años de mala administración…

“Sí, alguna vez me buscaron, pero una cosa es que el cabaret hable de política y otra es que yo sepa de política. Vámonos respetando, cada chango a su metate”. 

Alguna vez Elena Poniatowska escribió que te gusta decir verdades políticas y sociales, y combatir a la corrupción con un certero sentido del humor. ¿Qué hay de cierto?

“Es parte esencial del cabaret, aunque no siempre se habla de política, también se habla del amor, el desamor, las mujeres etc”.

¿Te gusta darle pisotones y codazos al sistema sin desafinar ni perder el ritmo de tu esencia?

“No creo que al sistema le importe lo que haga o diga, sea lo que sea el sistema, una Matrix, un partido, un sexenio, qué importa, todo pasa”. 

¿Qué temas tienes en el tintero para pulir, darles forma y convertirlos en espectáculos?

“Acabo de estrenar un espectáculo que se llama “La pluma o la espada” que es parte de un proyecto de cabaret histórico, con el que gané la beca de creadores del Fonca y que todavía se puede ver en línea en la plataforma live events.mx. Trata de la época barroca mexicana y gira en torno a dos mujeres: La monja Alférez y Sor Juana. Ahora estoy grabando el disco y tengo muchas otras ocurrencias, por ocurrencias no paramos…”

Sé que te gusta la cocina y que dominas este arte, específicamente el recetario de la península de Yucatán donde se ubica tu natal Chetumal, alguna vez has pensado en darle sabor a tus espectáculos ocupando los ingredientes que le han dado sabor a tu paladar… Es decir, hacer un espectáculo literalmente, sabroso…

“Hace muchos años hice uno sobre el tema, pero ya que lo mencionas no es mala idea sabores”.

Y ya que hablamos de Chetumal, ¿cuál es el recuerdo que guardas más valioso de tu tierra?

“La gente, su alegría, su generosidad, el ceviche de caracol, los atardeceres, las noches estrelladas, el malecón”.

¿Qué recuerdas de Donna Gionavi, y de la gira histórica que realizaste por Europa?

“Los grandes teatros, lo que aprendí, las maravillosas ciudades y sus museos, la convivencia en el grupo, esa gira fue mi puerta al mundo”. 

¿Dónde quedó la Astrid de Sólo con tu pareja (película) y Teresa (telenovela)?

“En las grabaciones. No era yo, eran personajes”. 

Cancún te ha recibido con los brazos abiertos en repetidas ocasiones ¿qué se siente haber recibido por parte del Congreso del Estado de Quintana Roo la medalla Mérito Distinguida Quintanarroense “María Cristina Sangri Aguilar” de manos de un innombrable.

“Pues haiga sido como haiga sido, se siente muy bien que reconozcan tu trabajo en tu propia tierra”. 

¿Qué dirá algún día el epitafio de Astrid Hadad? 

“Como dijo una escritora “Perdón por el polvo”

¿Qué recuerdos tienes de los lugares que cimentaron tu prestigio: El Buganvilia, Cabare Tito, La planta de luz, La Bodega, El Hábito, Zócalo Capitalino?

“No soy muy nostálgica, pero los llevo en el alma, pues en ellos me construí. Cuando supe que la Bodega se cerró por la pandemia, no pude evitar llorar por tan lamentable pérdida de un lugar tan emblemático, por donde pasaron tantos artistas”.

Las canciones que han marcado tu carrera: Me llaman la tequilera, Como si fuera un calcetín, me pisas todo el día, Soy virgencita, riego las flores… Entre otras

“Bueno en estos momentos no pienso mucho en ellas pues estoy más bien en la tarea de cantar las nuevas canciones como: “La cumbia de la Monja Alférez” o “El corrido de Sor Juana” o “Fiesta barroca” y otras tantas canciones del nuevo show”.

Platicar con Astrid siempre es un verdadero deleite, es ocurrente y espontánea, es amorosa y también hábil con la mente, pero sobre todo con la pluma que plasma por escrito todo lo que emana de su creatividad, a veces musicalizado, a veces declamado pero siempre atinado.

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