Hans Backhoff

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Durante su visita a esta ciudad, el CEO de Monte Xanic se sincera con Brújula

Tu uva favorita…
Cabernet Franc.

Si fueras vino cuál serías…
Cabernet Franc, me gusta el monovarietal, lo simple pero al mismo tiempo sofisticado, es un varietal que no todos los años lo puedes hacer, al menos no todos los años te va a salir bien, porque es una uva muy compacta con cáscaras muy delicadas, muy delgadas, entonces muy susceptible a cualquier irregularidad en clima, y cuando sale bien es espectacular.

Tu mejor cosecha…
Mis hijos.

Tu ensamble…
Mi esposa.

Como el vino, entre más viejo…
Más interesante.

Al pan pan, y al vino…
El que mejor te acomode.

En tu vida…
Hay que darle las cosas que uno espera.

A caracoles picantes…
Para mí el vino siempre debe ser abundante, algo con qué disfrutar, nunca debe hacer falta, definitivamente, sea la situación que sea tienes que estar contento y apreciar la vida, que es muy corta, y tomar buen vino.

El que vino a este mundo…
Si no tomó vino a qué vino.

Bendito haber nacido entre verdes matas, que a más de cuatro nos hace doblar las patas…
La seguridad, la seguridad en mis hijos, la seguridad de la vida, el tener todo en orden.

El vino te abre…
Sí. Te abre la mente, te abre la manera de pensar, te hace más libre, te libera, no te encierra, no te encuadra, simplemente te da opciones.

¿El vino puede sacar cosas que el hombre se calla?
Yo creo que el vino está hecho para compartirse, para convivir y disfrutar entre amistades, entonces puede que salgan más cosas, pero de eso se trata, es una experiencia.

El vino como la mujer hermosa debe tener tres cosas: buena cara, buen olor y buena boca…
Tiene que ser un vino y una mujer con la que exista una empatía y que sea divertida. Si estamos hablando de algo físico en particular… no. Es eso, que sea una persona interesante, inteligente…

¿El primer vaso de vino abre al segundo el camino?
Todos los dichos tienen una parte de razón, y sí, creo que una segunda copa siempre es bienvenida y sí te va a hacer sentir más en confianza, a lo mejor hasta te dan ganas de compartir más.

Tu mejor añada…
El nacimiento de mis hijos.

¿Qué vino te gustaría crear?
Me gustaría descubrir un vino que refleje idealmente lo que nos proporciona la tierra y que sea realmente representativo tanto de nuestra gastronomía como de nuestro potencial de varietal; que realmente tenga esa libertad de expresarse como uno pensaría que debería. Actualmente no tenemos una autenticidad de un varietal en particular. Sería descubrirlo y expresarlo con todo su potencial y obviamente enfocarlo hacia algo que sea muy nuestro, muy mexicano, muy gastronómico, muy hacia nuestra comida.

Humildad…
Es un concepto que todos debemos tener. Un valor que al final de cuentas demuestra mucho lo que cada quien es, realmente darle una igualdad a todo; una persona que respeta, escucha y que realmente le dé el lugar al otro.

Escuchar…
Sin duda…

Tu padre…
Mi maestro.

Valle…
Valle de Ojos Negros. Yo creo que es el siguiente valle importante que viene y que todavía no se dan cuenta.

Padre Kino…
Qué buen vino. Un vino para aprender.

Santo Tomás…
Fundador de Baja California.

Hugo D´Costa…
Amigo.

Tu confesión…
A la deslealtad de tantos vinos diferentes.

Ante qué te hincarías…
Ante la familia.

¿Qué te perdonarías a ti mismo?
Quizá cosas que a lo mejor no salieron bien en un principio y aprendiste de algo…

¿Qué te apasiona?
El descubrir cosas nuevas.

¿Qué te marcó en la infancia para ser quien eres hoy?
Yo creo que mi padre.

¿Cuál es el ABC de tu éxito?
Lo más importante para mí es la apertura ante los cambios, la motivación, tienes que estar motivado para hacerlo con ganas, que sea algo que no te estés ni dando cuenta cuando tengas que hacerlo, y el disfrutarlo.

¿Qué te gusta hacer a solas?
Cantar.

Si tu vida fuera una película qué título llevaría…
Las aventuras de Hans o Las locuras de Hans.

¿Qué frase resaltarías de tu película?
Posiblemente una experiencia, como el que se fue a explorar algo, fue a buscar, encontrar algo y descubrir algo.

Tu locura más pública…
Una vez, literalmente, y lo asocio al vino, no fui muy querido en mi casa, pero saqué un gran vino y fue un crimen gozarlo solo, entonces tuve que repartirlo. Me tomé una copita, le di una a mi esposa y fue todo lo que le di, porque al final no me lo podía quedar, tenía que saber todo mundo qué era lo que estaba probando y por qué. Fue una locura por cómo fue compartirlo… no disfrutarlo tanto como yo quería.