Especial de Portadatop

Carlos Ballina

rinde tributo a México a través del ´Body Painting´

Originario de Campeche y reconocido como uno de los estilistas de mayor tradición en Cancún desde hace más de dos décadas, admite que el Caribe es lo suyo, aquí ha dado rienda a su talento y aquí ha descubierto nuevas vertientes del arte que lo mantienen vigente y activo.

Por Esteban Torres P.

La habilidad de sus manos para los pinceles es innegable, lo mismo maquilla que pinta sobre lienzos, pero esta vez dejamos la cosmetiquera en su estudio para destacar su maleta de pinturas para corporales para enmarcar las fiestas patrias con un traje de charro a la medida, literal, hecho a mano, así como una blusa de la que destacó más la espalda que el escote.

Hace poco más de 25 años Carlos fue a un congreso en Nueva York donde había muchos shows de peluquería y corte, y paseando entre los stands encontró uno donde había libros y productos (estuches de pinturas) para hacer body painting; era algo que él no conocía así que lo compró y lo se lo trajo.

“Fue algo a lo que no sabía cómo darle salida, lo tuve almacenado por mucho tiempo, hasta que un día Tita Barrera me animó y experimentamos juntos; fue la primera vez y lo hice por entero gusto, fue una extensión del maquillaje, pero más que eso, fue una extensión de mi habilidad, porque siempre me he sentido atraído por el arte, por el dibujo, pero esta vez pasó de los cuadernos y los lienzos a la piel, dándole otra dimensión a mi trabajo”, comentó.

“El reto del body painting es lograrlo en poco tiempo, tienes que cumplir con un horario para terminarlo, porque tiene un tiempo de duración, la piel transpira y puede dañar el dibujo, sin embargo, las técnicas y los productos han mejorado mucho desde entonces y ahora contamos con materiales más amigables para el cuerpo, fáciles de usar pero también fáciles de quitar”, comentó mientras realizaba precisamente una obra de arte para nuestra sesión fotográfica.

Cuando la gente supo de esta faceta de su trabajo, pronto empezó a sacarle provecho, especialmente para exhibiciones, congresos y desfiles de moda, incluso algunos modelos lo llamaron para hacer su propio portafolio de fotos combinando su talento al de fotógrafos internacionales para lograr excelentes resultados.

Si bien este tipo de maquillaje corporal empezó a hacer eco en su carrera, por amor al arte también lo realiza y alguna vez participó en una exhibición en el Museo de las Culturas del Mundo, en la Ciudad de México, representando a Quintana Roo, “fue una experiencia muy padre porque vi otros trabajos, compartimos técnicas y finalmente el book hay que llenarlo”, agregó. 

“He hecho todo tipo de maquillajes, desde un rostro, una sola parte o cuerpos completos. Por otro lado, la pintura al óleo es más reciente, apenas llevo cinco años practicando. Un tema recurrente en mi obra artística son las sirenas, siempre encuentro una forma distinta de representarlas y aunque a veces me salgo de mi línea, así le doy gusto a mis pinceles y a mí también”, apuntó. Actualmente trabaja sobre una versión de La última Cena que no ha podido terminar porque su público le pide ver más y más obras; lo mejor de todo es que ninguna se queda en su estudio, todas encuentran un muro qué alegrar y donde puedan perpetuar su belleza. 

Como todo artista, Carlos admite que a veces puede ser tan pretencioso como soberbio, porque “a todos nos gusta que la gente vea y aplauda lo que hacemos, pero después me tranquilizo y pienso que realmente me gustaría hacer las cosas por hacerlas y disfrutarlas sin ningún interés; esa es mi meta: hacerlo por hacerlo, uno aprende a disfrutarlo, yo por ejemplo gozo más el proceso que el trabajo terminado. Cuando lo termino ya no me importa. Pienso en el siguiente reto. No me caso con este trabajo porque sé que es efímero. Me quedo con la satisfacción y las fotos. El artista que no tiene ego, no es artista. Creo que lo que más me gusta son las malas críticas. Con el paso del tiempo eso te ayuda a crecer más. No es que sea un hijo de la mala vida, pero a veces aprendes más de los golpes que de las caricias. Por ejemplo, esta vez le dimos un toque diferente al mariachi, es la segunda vez que lo hago y nunca repito estilos ni colores”.

“Actualmente ya hay congresos mundiales, concursos, en los cuales no participo, no creo mucho en eso, los siento tendenciosos, prefiero aprender practicando constantemente, mejorar mi técnica, comprar nuevos productos, enfrentar nuevos retos;  ahora me toca compartir mi experiencia con las nuevas generaciones y permanecer, dejando huella con cada trabajo realizado que ahora puede tener mayor exposición y vigencia gracias a las redes sociales donde siempre habrá una referencia del resultado de los pinceles”, finalizó.

CREDITOS:

Modelos: Mary Carballo y Raúl Lara.

Artistas: Carlos Ballina y Rubén Aguilar.

Fotografía: Karen Plascencia by Kapla Photography

Locación: Mexicasa.

Vestuario: Compañía de Danza Tradicional Xochiquetzal que dirige Antonio Cruz.

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