Huyen por la puerta de atrás
La madre de doña Letizia, Paloma Rocasolano, está muy apegada a la princesa de Asturias y a su hermana, la infanta Sofía, y suele pasar mucho tiempo con ellas. Con esta última protagonizó una escapada (casi) secreta del Teatro Real cuando se representaba El corsario, una obra de la compañía Wiener Staatsballett inspirada en el conocido poema de Lord Byron. Tras el último aviso empezó la función, aunque quedaban dos butacas reservadas sin ocupar. No fue hasta casi cinco minutos después del inicio de la representación cuando, muy discretamente, hicieron su entrada Paloma Rocasolano y la infanta Sofía. La salida fue igual o más discreta. La suegra de Felipe VI, en su afán porque no las reconocieran ni las fotografiaran, utilizó uno de los muelles traseros del teatro para abandonarlo. Fuera les esperaba un coche gris con el que finalizaron su ‘huida’ y pasar desapercibidas en una de sus salidas privadas, pero la revista ¡Hola! no solo logró captarlas sino contarnos la historia.
