Maxine Woodside

QUIÉN ES
Conductora de radio y televisión.
Titular del programa de radio ‘Todo para la mujer’

¿Cómo se describe Maxine Woodside?
Como una persona trabajadora, muy trabajadora.

¿Cuál es tu ABC?
A, mi familia; B, mi trabajo; C, mi vida social.

Eres pionera en tu carrera, cómo seguir vigente en el mundo del espectáculo…
Yo creo que no hay un atajo. Es trabajo diario. Estoy cumpliendo 40 años de trayectoria y en mi programa de radio llevo 27 años.

¿Qué es lo que más te apasiona de esta carrera, por qué espectáculos?
Cuando empecé la política solo la cubrían los hombres. Entonces a las mujeres nos dejaban las noticias culturales o espectáculos. Yo empecé cubriendo culturales, pero a mí se me hacían un poco aburridas, entonces empecé a cubrir espectáculos y me quedé. El programa de radio realmente por eso se llama ‘Todo para la mujer’, porque iba a ser una revista femenina pero me fallaron los conductores, entonces dije: voy a entrar nada más hoy, para salvar el programa, haciendo lo que sé hacer, que son espectáculos, y ahí me quedé 27 años.

¿Cuál es la riqueza de la fuente de espectáculos?
Es un entretenimiento. Yo creo que estamos cansados de ver malas noticias todos los días en los noticieros, y espectáculos es más relajado… a todo el mundo nos gusta el chisme, tanto a hombres como a mujeres.

¿Cuál es el lado ácido de los espectáculos?
Los artistas se quejan que te metas en su vida privada, pero finalmente ellos son los que abren primero la puerta. Si ellos un día te cuentan del novio y otro día te cuentan de los hijos, y luego les preguntas. ¿Quién abrió primero la puerta?

¿Tú crees que la invasión a la privacidad es parte del show?
No necesariamente, pero si hablas nada más de la telenovela no le interesa tanto a la gente como si hablas sobre con quién andas o con quién saliste, o si estás gorda o no…

¿A ti, como figura pública, qué invasión has tenido a tu privacidad?
Ninguna. Solamente cuando se divorció uno de mis hijos, que andaba yo en los juzgados y que ahí estaban los paparazzi y los periodistas viendo a ver qué chisme sacaban.

Tú como periodista, ¿te has metido con alguna fuente?
Hace muchísimos años, Andrés García estaba empezando a hacer Chanoc, lo conocí en Acapulco, iba yo con unas amigas, salimos dos o tres veces, nos dimos besos, pero ha sido el único artista, y todavía no era famoso, porque de ahí hizo Chanoc.

Julio Iglesias…
Es nada más mi amigo. Lo quiero con todo mi corazón. Siempre digo que es mi novio, pero brincos diera.

Emilio Azcárraga…
Bueno fuera, no estaría todavía chambeando. Fue otro Azcárraga, Rogelio, con quien anduve muchos años. Pero con Emilio no. Era muy rico y muy espléndido. El otro era más agarrado que un pasamanos. Jajaja.

¿Alguno te llamó la atención?
No. Cuando conoces a los artistas ya como cuates o le sabes sus cosas y eso, dices mmm…

Paty Chapoy…
Yo no sé por qué siempre nos han contrapunteado. Yo empecé a hacer espectáculos antes. Ella trabajaba con Raúl Velasco como coordinadora de invitados o algo así; yo primero cubrí espectáculos muchos años en Televisa y luego empecé a hacer mi programa de radio. A Paty yo la respeto como periodista y me cae bien. Cada vez que nos encontramos nos abrazamos, la saludo con mucho cariño y respeto sobre todo.

¿Algún artista se te quiso colgar en el tema del amor para ser famoso?
Yo siempre estuve enamorada de un hombre con el que anduve muchos años, entonces ni siquiera me llamaban la atención. ¿Sabes quiénes hacen mucho eso? Los cantantes. Que te llevan el disco, que no son nadie, que no son conocidos, y que luego les tocas el disco en el programa y…

¿Nadie te tocó alguna tecla?
No. En el metro sí, pero un artista no. Jajaja.

¿Tu vida de figura pública ha contravenido en el tema del amor?
Sí. Por ejemplo, primero con mis hijos, porque me daba una culpa horrible tener que ir a trabajar y dejarlos cuando eran chiquitos. Me divorcié y el papá de mis hijos no me daba nada, entonces yo tenía que trabajar; te queda como culpa dejarlos. Luego con los galanes sí había como medio fricción, pero lo vas arreglando y lo vas componiendo y llega un momento en que entienden que es lo que tienes que hacer.

¿Por amor hubieras renunciado a ser Maxine Woodside?
Sí, claro. Por amor por supuesto que hubiera renunciado a lo que fuera.

¿Cómo está tu corazón actualmente?
Soy la más feliz de la vida. Me la pasé muy mal cuando troné con este amor de tantos años, hace como 10…

¿Te has vuelto a enamorar?
A esta edad no quiero un galán, prefiero una endodoncia. Soy feliz con mis hijos, con mis nietos, con mis amigos. Hago lo que se me da la gana, voy adonde quiero. Mientras tienes salud y un trabajo que te da para vivir puedes hacer lo que se te dé la gana.

Si una canción describiera tu vida, cuál escogerías…
Una de Manzanero que se llama Mía.

Si tu vida se pudiera resumir en una película, cuál sería el título…
Una película que me encanta, Pide al tiempo que vuelva.

¿Cuál sería tu canción como mujer?
Sigo siendo el rey, de José Alfredo, me encanta.

¿Cuál es la entrevista que más te ha enloquecido en la vida?
La que presumo siempre es la de María Félix. La primera vez que la entrevisté me puso como lazo de puerco, me dijo hasta de lo que me iba a morir. La segunda vez me dio una entrevista padrísima gracias a Quique, su hijo, que era muy mi amigo. Otra que presumo es la de Elizabeth Taylor, quien también me puso pinta, en Vallarta, cuando vivía ahí con Richard Burton, y otra que también presumo es con Ava Gardner, quien era la mujer más bella del mundo, estaba en Oaxaca haciendo una película.

¿Cuál fue tu peor entrevista?
Yo era muy fan de Anthony Hopkins, y cuando vino a México a promocionar unas de las películas de Hanibal se portó tan pesado que se me cayó el corazón. Un hombre tan buen actor, tan lindo y todo, y se portó pesadísimo, que porque venía de Japón y estaba cansado. Me levanté y le dije: no tienes ganas de hablar, con permiso, y me salí.

¿Cuál es la entrevista que te encantaría hacer?
Me hubiera encantado entrevistar a la madre Teresa de Calcuta. Cuando llegué a la India a tratar de entrevistarla, ya estaba muy enferma y no me pudo recibir.

¿Actualmente…?
Me encantaría entrevistar a Meryl Streep, porque es una gran actriz. Se me hace una mujer tan interesante y tan buena actriz…

¿Tu belleza te ha ayudado a ser quien eres?
¿Tú crees que soy guapa? Yo no. Toda mi historia ha sido de mucho trabajo. Desde que tenía 11 años daba clases de español a unos americanos, luego trabajé de modelo, después primero en la tele y luego en la radio.

¿Alguna vez estuviste en bronca de alcohol o drogas?
No. Nunca, hasta la fecha. Ahora sí que ni fumo, ni tomo ni bailo apretado.

¿Cuál ha sido la irreverencia pública más dramática de Maxine Woodside?
Cuando me caí, al ir a revelar una placa de las 100 representaciones de una obra de teatro. Qué pena. Ese es el peor oso que he hecho en mi vida.

¿Alguna vez la fama te elevó?
Nunca. Creo que porque para mí es un trabajo como cualquier otro, nada más que sales en la tele.

¿Qué libro tienes en tu buró en este momento?
Tengo uno que se llama Termina bien tu día, que son unos pensamientos, como la palabra diaria.

¿Quién te inspiró para ser quien eres?
Fue como el burro que tocó la flauta. Como tenía la necesidad de trabajar, hacía lo que podía y esto de la conducción también fue como una casualidad, porque yo hacía comerciales y las modelos no hablábamos; un día les falló la chava que daba el pronóstico del tiempo, y yo me quedé dándolo, de ahí me seguí. Yo hubiera querido ser como Barbara Walters o como Helen DeGeneres, por ejemplo.

¿Alguna vez te ha pegado un hombre?
Una vez mi exmarido, por eso me divorcié, porque me dio una cachetada y dije, hasta aquí llegamos. Porque te dejas que te den la primera y te van a seguir dando otra.

¿Qué palabra te tatuarías?
La inicial de cada uno de mis nietos sería lo único que pienso que me podría tatuar.

Las cirugías…
Hace como 20 años me operé los ojos, porque toda mi familia es de párpado caído. También la nariz, porque mi nieto me la rompió de un cabezazo. Quedé como si me hubieran agarrado a golpes. Desde entonces dije: las arrugas, bienvenidas, no me vuelvo a hacer nada.

¿Si vieras a Dios cuál sería la primera palabra que le dirías?
Gracias.

¿Qué te quita el sueño?
La inseguridad, la impunidad, la corrupción, porque pienso que les vamos a dejar a nuestros niños un mundo muy convulsionado.