PUERTO MORELOS

Perdió un avión de Cancún a Madrid y de ahí empezó su romance con el Caribe mexicano, hace apenas dos meses, y con resultados sorprendentes
Esa fue la anécdota reciente que nos compartió el celebrity chef DANIEL OVADÍA, quien junto con su socio, el también célebre chef SALVADOR OROZCO, instalan su feudo gastronómico que le hace honor a la historia del onceavo municipio de estas latitudes, Punta Corcho, hoy conocido como Puerto Morelos.
DANIEL es un chef fuera de lo ordinario. Considerado el chef más joven de México -aunque ya no tanto- y el rey Midas de la gastronomía -de acuerdo con Forbes-, ha conseguido un escalafón dentro del top ten de los gorros blancos mexicanos haciendo una leyenda. Tiene su propia edición de mezcales y tequilas, y nueve restaurantes con una fuerza humana de casi 600 elementos.
Por su parte, SALVADOR es un inquieto y muy entusiasta cocinero que ha servido mesa en los más celebrados rincones culinarios mundiales, Noma, de RENÉ REDZEPI, y El Cell de CAN ROCA, y ha encontrado con DANIEL la complicidad perfecta para dar a conocer su cocina vanguardista.
Punta Corcho es la propuesta de este binomio para un pedacito del Caribe mexicano, con una carta de más de 30 platillos del mar, todos cocinados a base de leña.
Pero más allá del ingreso de un nuevo restaurante, es la importancia gastronómica que cada día cobra nuestro destino entre propios y extraños en el tema de este club de producto, aunque en ocasiones algunos de los proyectos no hayan alcanzado su cocción como se quería, caso ENRIQUE OLVERA con dos intentonas, aunque, por extraño que parezca, en un año conquistó a todo NY con su propuesta bajo el nombre COSME.
Otra lamentable cocción fallida fue la de ANTONIODE LIVIER. En el primer caso, las curvas de las temporadas bajas no cuajaron en lo financiero. En el segundo se debió a una sociedad fallida.
Sea como sea, DANIEL y SALVADOR lo tienen en claro, estar al tanto y hacer de Punta Corcho su patio de recreo personal con toda su reconocida innovación y creatividad culinaria, que per sé le estará dando otra condición al folclórico puerto morelense, pero también la posibilidad de enriquecer su oferta gastronómica que en algún momento fue tan acreditada gracias al chef JOHN GRAY, y a algunos  tradicionales espacios para comer buen marisco, como El Pelícano, La Pepita y El Merkadito, este último curiosamente con participación de SALVADOR OROZCO, y quizá convertirla en lo que es hoy Puerto Madero en Buenos Aires.
Hoy DANIEL y SALVADOR tienen la sartén por el mango para dejar su impronta en el arte coquinario con una propuesta bien mexicana y de clase mundial… Voilá!

[mariana]
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