U
n día en la vida de
…
E
duardo
R
ivadeneyra
07:00
horas.
Me despierta la radio con
el noticiario de Radio Fórmula, general-
mente es Ricardo Rocha y en ocasiones
Óscar Mario Beteta.
07:30
horas.
Me arreglo, desayuno.
Sintonizo Enfoque Radio para continuar
con la información local. Reviso páginas
electrónicas de los diarios locales.
09:00
horas.
Llego al aeropuerto, donde
comienzo por revisar las versiones impre-
sas de los principales diarios locales para
comentar algunas noticias relevantes
con el director del aeropuerto, Ing. Car-
los Trueba.
10:00
horas.
Las mañanas en la termi-
nal aeroportuaria pueden ser diferentes
cada día, desde atender a reporteros
que cubren su fuente hasta la coordi-
nación de atenciones especiales para
funcionarios gubernamentales, repre-
sentantes consulares, miembros de la
comunidad empresarial, ONGs y otros.
A veces también participo en la coordi-
nación de algún evento o algún encargo
específico de mis superiores en Asur.
14:00
horas.
Hora de comer. Trato de ir
a casa, aunque la mayoría de las veces
permanezco en el aeropuerto. Apro-
vecho para leer, otra de mis aficiones.
16:00
horas.
Sigo trabajando y sintonizo
mi noticiero preferido, el de Pepe Cárde-
nas.
19:00
horas.
Si ya no hay pendientes
urgentes en el aeropuerto me dirijo al
gimnasio casi todos los días.
19:15
horas.
Actualmente me esfuerzo
por perder el peso que gané en el último
año. La idea es poder utilizar de nuevo
mi uniforme de esgrima para volver
a practicar el que ha sido mi deporte
favorito y el único al que le he dedicado
esfuerzos serios.
21:00
horas.
Llego a casa, donde siempre
hay temas de conversación y otros mo-
mentos para continuar la lectura antes
de dormir.
S
u pasión por las noticias se compara con
la devoción por su trabajo: publirrela-
cionista de Asur, así como por la lectura
y el deseo de retomar la esgrima, pero antes
debe perder peso para enfundarse en el traje
que lo espera. ¡Touché!
Foto: Esteban Torres
w.proyectobrujula.com
