Esteban Torres
C
omo pez en el agua
L
a vida es una inestable balanza en la que pue-
de pasar de todo en menos de un segundo, ya
sea cuando más felices estamos o bien cuando
nos encontramos sumidos hasta el fondo en una
depresión; inesperadamente se vence hacia el lado con-
trario y lo que nos hacía llorar puede cambiar ese mo-
mento a una sonrisa, y viceversa. Desafortunadamente el
pasado fin de semana las noticias no fueron nada gratas
para la familia
Kaim
,
ya que mis amigos
Eduardo
y
Laura
tuvieron que decir adiós a su padre, don
Eduardo Kaim
,
a quien conociera mejor a través de
Benjamín
y
Paty de
la Peña
,
de quienes era consuegro. Su hijo
Benjamín
es
esposo de
Laura Kaim
,
y fue la relación de ambos la que
desató esta amistad entre ellos, la que muchas veces vi
cuánto la fomentaron dentro y fuera del campo de golf,
así como en reuniones familiares, siempre sonrientes, siem-
pre amables. Sin duda será una situación difícil para todos,
ya que nunca es fácil despedir a quien nos brindó su amis-
tad y después se extendió hacia su descendencia. Otra
familia que sufrió una pérdida empezando esta semana
fue mi querida amiga
Roxanna Ornelas
,
la de su esposo
José Carlos
quien fuera víctima de un caso de esclerosis
múltiple, por lo cual lentamente se fue preparando toda
la familia debido a su efecto irreversible y degenerativo,
hasta que finalmente llegó el día. La mejor fortuna que
vivieron todos fue que
José Carlos
gozó de
un promedio de vida
mucho mayor del es-
timado por sus docto-
res, tiempo suficiente
para ver crecer a sus
hijas
María
y
Euge-
nia
,
así como a su hijo
José Carlos
quien se ha
convertido ahora en el
hombre más joven de
la familia, la que con
tanta fortaleza ha man-
tenido unida
Roxanna
desde hace varios años
que se le detectó este
mal a su esposo. La
resignación fue el pan
de cada día de esta
alegre familia, aunque
nadie se siente con la
entereza para entender
los designios de Dios y
menos cuando uno de
tus seres queridos se con-
sume poco a poco sin
poder hacer mucho por
él, tan sólo llenarlo de
cariño, amor y todo tipo
de atenciones, cosas
que nunca le faltaron y
que le proporcionaron todos los que lo acompañaron la
última parte de este doloroso viaje que cumplió su ciclo,
cortando su vida a pocos días de cumplir 44 años, justa-
mente el próximo 12 de marzo. Mis más sinceras condolen-
cias para todos ellos y que pronto encuentren el consuelo
que le dé tranquilidad a sus corazones. Las que vivieron
un momento de fugaz felicidad fueron las mejores amigas
de
Sonia Aluni
:
Sonia de la Peña
,
Soqui Zubirán
y
Lorena
Obregón
,
quienes la consintieron durante su breve estan-
cia por estas latitudes, luego de emigrar del Caribe hacia
el Pacífico y después a la Ciudad de México, hace ya una
década. Cuando las amistades
rebasan el número de nudos que
pueden alcanzar en un lazo de
amistad, no hay poder que los de-
sate porque ya se ha convertido en
algo irrompible a base de confianza
y constancia. A todas ellas las vi salir
de un desayuno en el restaurante
Salt del hotel ME, felices por este
reencuentro. Y ante tanta nota
triste vamos a ponerle una gota de
alegría a esta entrega: nos vemos
este fin de semana en el Teatro de
Cancún en el Festival Fundagen,
con sus majestades
Alexa I
y
Emilio
I
,
quienes han puesto lo mejor de
su parte para abastecer de fondos
a este hospital que sobrevive sola-
mente de la ayuda que le hace la
sociedad civil, gracias a la iniciativa
de sus legendarias fundadoras.
D
os
partidas
y una
fiesta
Eduardo Kaim, Benjamín de la Peña.
Roxanna, Eugenia, María, José
Carlos y José Carlos Ornelas Jr.
Sonia de la Peña, Sonia Aluni, Soqui Zubirán, Lorena Obregón.
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