U
n día en la vida de
…
G
aby
C
adena
Foto: Ariadna Servín.
6:00
horas.
Me despierto para
levantar a Santi.
6:30
horas.
Lo llevo a la es-
cuela, regreso a casa y veo
noticias locales para po-
nerme al día.
9:00
horas.
Me baño y me
arreglo para irme a trabajar.
10:00
horas.
Llego a la oficina
para saludar a los patrocinadores
de los programas y durante la ma-
ñana checo los pendientes.
14:00
horas.
Paso por Santiago al colegio y vamos
a comer.
15:00
horas.
Rigurosamente todos los días comemos
en familia, Santiago, Óscar y yo, ya que la hora de
la comida es importantísima porque nos enteramos
qué pasó en el día de cada uno.
16:00
horas.
Salgo de la casa con Santiago para
llevarlo al futbol (si hay partido) o al gimnasio, a
clase de física o de inglés para
apoyarlo en el cole.
17:00
a 19:00 horas.
Me voy
a la oficina para grabar o
preparar programas del fin de
semana.
19:30
horas.
Regreso a la
casa para ver qué vamos a
comer al día siguiente o para
preparar la cena (si es que Santi
y Óscar no asaltaron el refri a mis
espaldas). A veces tengo algún
evento (nunca falta).
22:00
horas.
Empieza lo que más me gusta
hacer: leer. Le dedico tiempo a la lectura hasta
como a la 1:00 horas, porque me pico con cual-
quier libro. Ahorita estoy leyendo
El lenguaje de la
pasión
de Mario Vargas Llosa, quien es mi escritor
predilecto.
2:00
horas.
A más tardar ya debo estar dormida, a
veces con mi libro en la mano.
A
Gaby se le
puede ver lo
mismo trabajando
que departiendo alegremente en
algún coctel, ya que su vida social
es demasiado activa y gracias a las
relaciones que ha hecho en poco más
de una década viviendo en Cancún se
ha tomado el tiempo para involucrarse
en causas sociales, como el apoyo
a la Cruz Roja; finalmente tiene un
corazón muy grande y muestra
de ello es la sonrisa que siem-
pre lleva dibujada en su
rostro.
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