Página 46 - Proyecto Brújula - Jueves 06 - Época 4 - #279

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N DIA EN LA VIDA DE
...
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S
ORIN
De profesión hotelero por convicción, vive casi la mitad
del día para su trabajo, cumple con la mayor cantidad
de compromisos familiares que le permite su horario y ac-
tualmente ha retomado el sueño de vivir en Cancún una
vez más a través de la cadena hotelera Secrets The Vine.
6:30
horas.
Me levanto junto
con toda la familia y nos
preparamos: unos para ir a
la escuela y otros para ir a
trabajar.
7:30
horas.
Salimos de casa.
8:00
horas.
Enciendo mi
compu y al mismo tiempo
tomo mi café expresso. Leo
el reporte de guardia de la
noche y hago anotaciones
8:15
horas.
Verifico el lobby.
8:30
horas.
Recorro las
estaciones del restaurante
buffet para que el desa-
yuno esté a tiempo.
8:40
horas.
Superviso el
área de albercas.
8:50
horas.
Regreso y me
preparo para mi junta, y
echo un último vistazo al
lobby.
9:00
horas.
Empieza la junta
de operación y distribución
del trabajo diario.
9:30
horas.
Revisamos el
orden del día y las misiones
de cada uno.
9:35
horas.
Reanudo mi
recorrido por el resto del
hotel y con teléfono en
mano voy grabando lo que
veo para que no se me
olvide.
9:45
horas.
Subo al piso
lounge donde tenemos
otro desayuno y reviso qué
es lo que falta en los demás
pisos del hotel.
10:00
a 12:00.
Tengo juntas
con clientes, a veces al-
guna visita de inspección.
12:00
a 14 horas.
Juntas
con proveedores. Al-
gunas veces me toca
recibir personalmente
clientes VIP.
14:00
a 15:00 horas.
Hora de
la comida.
15:00
a 18:00 horas.
Me
reúno de nuevo con el
equipo para ver los avan-
ces del día.
18:00
a 20:00 horas.
Tengo
algunas reuniones con
clientes, a veces participo
en alguna cata y empiezo
a despedirme para re-
gresar a casa a descansar.
Las cosas que llegan a
variar en mi rutina diaria
son las comidas o cenas
que suelo tener en mi casa
con amigos. Me gusta me-
terme a la cocina, aten-
der a mis invitados, que
finalmente son mis hués-
pedes en mi casa que es
como un hotel con menos
habitaciones, pero siem-
pre vigilando que nada
falte y todo funcione.
Foto: Esteban Torres P.
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