Fotos: Esteban Torres P.
Q
UITA SUEÑOS
S
ANDRA
P
ÉREZ
¿
Qué pasó con tu historia de amor con Pablo Mila-
nés, que es toda una leyenda…?
Seguimos en una relación maravillosa, tenemos
un hijo en común. Trabajamos a diario para ser
mejores personas cada uno, mejores artistas,
entonces creo que ha pasado lo mejor. Cada
quien en su lugar y con un amor íntegro hacia
el otro, y cada quien cuidando de nuestro
hijo, que la verdad es una prolongación her-
mosa de nosotros.
¿
Pablo Milanés te trajo aquí?
No. La leyenda es al revés. Inclusive el día que
íbamos a llegar andaba un poco enfadado
y no quería venir; usé todos mis artilugios y lo
obligué a que viniera a Holbox, y ya cuando
llegamos dije: aquí está el lugar que yo quiero
para mí y para crear mi arte, y él me secundó
en ese momento. Después cuando nos se-
paramos él siguió su vida y yo en mi casa de
Holbox.
¿
Qué te ancló en Holbox?
Primero que nada Holbox es un lugar para-
disiaco, silencioso, que me permitía estar en
contacto con la naturaleza. Es un pueblo muy
auténtico de pescadores, con mucha fuerza,
con mucha energía y orgullo isleño. Cuando
llegué aquí por primera vez tocaban
música salsa en los bares y en
los supermercados… Vi sus
colores, me enamoré de
sus olores… de su esencia
muy caribeña.
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