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Pinceladas
de arte
Como
pez
en el
agua
C
omo buena obra de arte, esta entrega no sólo tendrá una pasada y una segunda mano para que
se fije bien el color, sino tres, de forma que cada pincelada se aprecie en su trazo, en su forma y en
su fondo; cada una tiene una razón de ser. Desde España nos llegan noticias firmadas por la pintora
Alicia Ochoa,
quien ha donado el cuadro que ilustra el cartel de la Corrida Extraordinaria de la
Beneficencia 2012. El acto fue celebrado en el Museo Taurino de Las Ventas, en Madrid, España.
Dicho sea por los conocedores, la obra refleja la espalda de un diestro vestido de azul marino y oro liado en un
capote de paseo grana y oro. Cabe destacar, además, que con esta donación la artista mexicana es la primera
dama procedente de tierra azteca en exponer una obra en el Museo Taurino de Las Ventas, lo cual llena de or-
gullo a la autora. Ahora el reto es llenar la bitácora de este espacio con más nombres de mujeres talentosas que
sientan inspiración por la fiesta taurina para plasmar su arte, enmarcarlo tan sólo en un cartel o bien decorando
todas las salas con una exposición completa. Tanto la artista como el director del Centro de Asuntos Taurinos de
la Comunidad de Madrid,
Carlos Abella,
se han mostrado felices por este hecho, que contribuye a enriquecer el
patrimonio cultural de la afición venteña, los visitantes del museo y el mundo de los toros en general, el que si bien
no está pasando por su mejor momento gracias a los defensores fanáticos de los animales, sigue siendo fuente de
inspiración para artistas de la talla de
Alicia Ochoa,
¡y olé! El que tendrá que esperar aproximadamente unos
15 días para inaugurar oficialmente su mural de conciencia ecológica es el artista
Alan Vázquez,
quien está al
90% de terminar su primer trabajo. Resulta que uno de los principales mecenas de la era moderna –conservando las
debidas proporciones- es el empresario
Rodrigo Constandse,
quien a través de la dirección general de Delphinus
ha encabezado esta acción, y a él se han unido algunos otros patrocinadores a los que desea agradecer el eco/
artista, inscribiendo sus nombres en una placa conmemorativa que también ha diseñado con material reciclable.
Entre que
Alan
termina y
Rodrigo
está a días de recibir a su segundo bebé, todas las fechas se han paralizado
hasta que cada uno tenga lo que más espera en sus brazos. Este mural ha librado algunas batallas para ver su fin,
su historia no ha sido fácil, ya que ha tenido que contar con el apoyo de Seguridad Pública solicitándole se haga
una ronda por el perímetro de la obra para que sobreviva cada día, ya que siempre hay “hartistas” urbanos que
andan merodeando cerca, y lo malo es que no usan pinceles sino spray, y muchas veces no desean contribuir con
detalles finos y agradables a la obra, sino todo lo contrario, su fin es darles literalmente en la
torre, como es el caso del trabajo del maestro
Otoniel Sala,
quien ha sufrido los embates de
los grafiteros que no se tentaron el corazón al pintar a diestra y siniestra el trabajo magistral que
venía realizando en el cruce de las avenidas Tulum y Labná. El maestro
Sala
cuidó los detalles
de cada muro para recrear el poema más venerado por la cultura maya, el Popol Vuh, del que
extrajo algunos fragmentos para plasmarlos artísticamente. El golpe fue muy duro, ya que compar-
tió este dolor junto con el artista
Alex Hergut,
quien venía detallando algunos trazos del maes-
tro, haciendo una mancuerna extraordinaria, hasta que se dieron contra la pared al ver todo el
daño. Superado el susto continuaron con la restauración, pero siempre con el temor de volver a
sufrir el mismo capricho de quienes no valoran su trabajo. Se hagan llamar artistas, lo sean o no,
el respeto al trabajo ajeno también es la paz, por lo que hago un llamado a las autoridades a
cuidar esta obra de arte urbana vigilando de cerca este trabajo, que bien puede ser el día de
mañana un ícono que nos represente, finalmente somos herederos de una cultura que hoy nos
mantiene en la mira del mundo. Se acabe el mundo o no en este 2012, el arte de un genio como
Otoniel Sala
es un regalo a la vista que merece toda nuestra consideración. Y con esta pince-
lada ponemos punto final a esta obra y la enmarcamos en esta nueva edición que pasará a la
historia dentro de una semana, pero que será vigente cada vez que alguien abra esta página.
Esteban Torres
Alicia Ochoa, en España.
Otoniel Sala, volver a empezar.
Alan Vázquez, a punto de terminar.
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