Eva Millán

De la biología a la cocina… Monda huevos. ¿Cómo se da la transición, especialidad en qué? En ciencias experimentales, laboratorio sobre todo. Hay una parte en la que creo que la cocina tiene mucho que ver con la ciencia. Master Chef… Sale el programa anunciado en la tele, y en una locura me da por apuntarme porque se me daba muy bien cocinar, y era como ´bueno, vamos a probar´. ¿Ese atrevimiento qué te significó? Justo cuando comencé el programa estaba pasando por una etapa sentimental muy dolorosa. Fue como el renacer, abrirme oportunidad, quitarme miedo… me ayudó a tener más seguridad en mí misma. ¿Tienes gula de la fama después de esta experiencia? No, pero sí es verdad que por una parte es muy agradable cuando la gente te detiene para algo positivo, para darte la enhorabuena, para abrazarte, porque has entrado a su casa de manera silenciosa a través de la tele. Las tentaciones de la fama… Siempre he tenido los pies en la tierra y mantenido mis mismas amistades, he estado con las mismas personas, y eso al final hace que esté anclada en la realidad. ¿Qué opinas de los celebrity chefs o de la palabra en sí? Soy súper fan de Martín Berasategui, de Dani García. Actualmente en México de Enrique Olvera y, cómo no, de Ferrán Adriá. Son como los referentes. Luego mujeres: Carmen Rocalleda, Bea Sotelo, son estrellas Michelin, que también creo que es muy importante que la mujer llegue a la cocina con la misma potencialidad que tiene un hombre. ¿Qué opinas de Enrique Olvera? Lo conocí antes de venir aquí. Desde España ya sabía de él porque sale en muchas revistas. Siempre lo había admirado, y cuando me dijeron que había empezado a participar en el proyecto del restaurante nuestro dije, aprenderé de uno de los más grandes.

¿Te gustaría ser celebrity chef, alcanzar ese grado? Por qué no. Siempre hay que aspirar a algo más. Pero al final lo que sí deseo es que al comensal le guste lo que haga y punto. No por la fama, sino porque realmente me gusta hacer las cosas bien. ¿Qué le dio el toque de la sazón a tu vida? Mis padres. El sabor que te determinó en la cocina? Los platos de mi abuela y de mi madre. ¿Cuál es tu cocina favorita? La tradicional, basada en el buen producto y en un sabor intenso y bien guisado. ¿Cuál es tu platillo favorito? Soy muy sencilla en gustos. Me encanta una tostada con tomate y aceite y una lonchita de jamón, y si tuviera que describir un platillo quizá sería la patata con costilla guisadas, también de mi madre. ¿Cuál es el platillo que no te gusta? El bacalao ¿Cuál es el ingrediente que crees que te está determinando en tus platillos? La cebolla y la soya. ¿Te has quemado culinariamente hablando? No, aunque cuando te gusta la cocina nunca se acaba de aprender. Siempre hay cosas nuevas, siempre poder aprender de cada persona, de lo que se hacía en su hogar; creo que al final es un mundo tan complejo que nunca se acaba de comprender y entonces no te quema. ¿Qué te hace llorar como con la cebolla? Las películas románticas. ¿Con qué platillo te gustaría conquistar a alguien? Con una buena langosta. ¿Cómo sería la mesa que le montarías a un galán? Como entrada una ensalada de vieras, luego un plato fuerte de un solomillo con alguna salsa agridulce, como la vida, y un postre no muy dulce, fresco, como un melón a la plancha con toque cítrico. Precisamente hablando de agridulce, ¿cuál es la naranja dulce de tu vida? Mis hermanas. El limón agrio… Mi ex. ¿Qué te envenena? La gente que tiene mucho ego y a veces no te deja avanzar. Tu pecado culinario… A veces demasiada sazón a las cosas. ¿A quién te encantaría hacerle de comer? A Johnny Depp. ¿A quién dirías jamás en la vida…? A Javier Bardem. No me cae muy bien. ¿Venderías tu fundamento de cocina porque alguna firma te pague, cambiar tu esencia gastronómica? No. Es que entonces no sabría cocinar. Yo cocino de oído. ¿Qué mantienes siempre en el congelador? Pan, y en mi vida personal la envidia, no quiero tenerla, no es buena. ¿Qué mantienes enlatado? Algún sentimiento… ¿Cuál crees que sería la cereza de tu pastel? La alegría con la que afronto la vida. ¿Te gusta que te hablen al chile? Claro, siempre, sin rodeos. Yo soy igual, no filtro. ¿Qué te importa un comino? Que piensen que estoy loca. Porque lo estoy. ¿Cuál es tu tapa? Unas patatas con mojo picón. ¿Qué ingredientes te gustaría rescatar que hayas descubierto? El ajo negro. Es un ajo fermentado que se hace en España, aunque comenzó en Japón, y que tiene un sabor muy especial. ¿Cuál es el platillo que te tatuarías en la piel? Un salmorejo de mi tierra. ¿Has inventado alguna receta? Muchas. Tengo un libro. Se llama La cocina rica y sana de Eva¿En ese libro o en alguno de tus menús te has robado alguna receta de alguien? Al final siempre se roba, porque a veces tienes la inspiración sobre un plato y sobre ese plato lo evolucionas o modificas… todo está inventado y lo que creemos que es original seguro viene de un recuerdo que tienes. ¿Cómo interpretas tu cocina? Sería de fusión. Me gusta mezclar culturas y técnicas, siempre con una base española. ¿A qué te sabe la cocina molecular? A algo importante en cocina para generar impresiones y para ser creativo, no en sabor pero sí para otros sentidos. ¿La experimentas? Sí. De hecho di un curso de cocina molecular en Marbella. ¿Cuál es el sabor de España? Sabe a aceite de oliva, a ajo, a sofrito. ¿El sabor de México? Chile, cilantro, cebolla morada y limón. A qué te sabe Mayakobá… A aventura. ¿Esta aventura tiene fecha de caducidad como algunos ingredientes? En principio sí, pero nunca se puede saber lo que ocurrirá… creo que vienen cosas mejores todavía. ¿Qué te quita el sueño? Nada, si acaso la distancia, como siempre, de la familia, pero sé que están bien… Sería lo que me quitara el sueño pero no me lo roba.
[qsuenos]

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