Entrevista a Juan Pablo Escobar

Tras la muerte de su padre, Juan Pablo Escobar cambió su identidad. ¿Quién es Sebastián Marroquín?
Es un hijo más de la prohibición de las drogas que aprendió de las lecciones de violencia y se dedica a compartirlas con el mundo y con los jóvenes para que no caigan en esa trampa.

¿Qué lo hace diferente a Juan Pablo Escobar?
Soy la misma persona. No soy mis nombres ni mis apellidos, soy mis actos.

¿Por qué decides hacer pública tu vida?
Tenía la opción de no hacerlo, pero me parecía que se habían construido mitos que no correspondían con la realidad acerca de la historia de mi padre y que estaban dejando un legado de más violencia y más terror del que yo estaba dispuesto a soportar en el silencio.

Pablo Emilio Escobar, ¿oportunidad de negocio?
Claro que lo es, tengo más derecho que cualquiera, soy su heredero principal. Si yo lucro con esta historia lo hago con la intención de dejar un mensaje de bien. La comida no me la regalan, yo tengo que trabajar.

Tienes un comercial en el Super Bowl, todos te ven, ¿qué le dirías a todo el mundo?
Recordaría la frase que dijo mi padre cuando me educó acerca de las drogas: “Valiente aquel que no la consume”.

¿Qué te enseñó tu padre que les compartirás a tus hijos?
Los mismos mensajes que me transmitió de pequeño se los voy a decir a mis hijos cuando los tenga, acerca de la educación temprana que hay que tocar del mundo de las drogas. Cuando están tan desinformados no tienen la posibilidad de elegir porque no tienen el conocimiento.

¿Qué recomendarás a tus hijos para que no retomen la carrera del abuelo?
Les va a tocar leer mi libro, sabérselo de memoria y ver el documental Pecados de mi padre para que conozcan las historias que no hay que repetir.

¿Cuál crees que fue el anzuelo que mordió tu papá para caer en ese mundo?
Creo que él tomó la determinación de satisfacer su ambición personal ingresando en el negocio del narcotráfico, porque sabía que era muy rentable gracias a la prohibición.

¿Qué le perdonarías a tu padre?
Todo. En el momento en que nos convertimos en jueces y verdugos de nuestros propios padres, ahí estamos cometiendo acciones que son imperdonables. No vinimos a juzgarlos, vinimos a ser solo sus afectos más importantes.

¿Qué te perdonarías a ti mismo?
Yo no tengo nada que perdonarme porque he actuado siempre acorde a mi conciencia, y los errores que he cometido en vida los he reconocido y he querido repararlos.

¿En algún momento te culpaste por la muerte de tu papá?
No, porque le tiré el teléfono muchas veces para protegerlo, pero él persistió en seguir llamando.

¿Qué te es más difícil, dar o recibir?
Recibir, porque mi padre me enseñó a encontrar el placer y la alegría de dar.

¿Cuál es la palabra que mejor define tu vida pasada?
Guerra…

¿Y tu vida actual?
Paz…

¿Cómo es la relación con tu hermana?
Buena, respetuosa, amorosa, es cumplir la promesa que le hice a mi padre de cuidarla por encima de lo que sea.

¿Abordan el tema en tu familia o está prohibido?
No hay temas tabú en mi familia, hablamos de la muerte, del sexo y de las drogas como hablar del pan de cada día.

Teniendo el know how, ¿por qué no seguiste en el mundo de las drogas?
Escribí 500 páginas en un libro llamado Pablo Escobar, con razones de por qué es una vida que hay que conocer pero nunca repetir.

¿Qué te motivó a decir “la verdadera historia”?
La gran cantidad de historias mentirosas que se construyeron alrededor de mi padre y que se utilizaron para manchar el honor de terceros que no tenían nada que ver con él.

¿Qué conservas de tu padre?
La ropa con la que murió.

El papel de tu mamá en tu vida…
Es fundamental. Es mi gran maestra del perdón y del amor.

La enseñanza más grande que tuviste de ella…
Que hay que amar incondicionalmente y no juzgar a quien se ama.

¿Cuál es el prejuicio que te ha seguido hasta el día de hoy?
Todo mundo cree que yo soy Pablo Escobar, y no me reconocen como individuo que soy siendo su hijo.

Después de la muerte de tu padre, ¿cómo lograste mantenerte con vida?
Es lo más parecido a un milagro que conozco. Hice mi testamento a los 16 años justo antes de ir a una reunión donde me aseguraron que me matarían y llegué puntual a la cita. Logré salir de ahí ´poniéndole el pecho a la vida´.

El acto de renunciar a lujos y comenzar de nuevo…
No renunciamos a los lujos, nos los quitaron por la fuerza, el gobierno y los enemigos de mi padre nos despojaron de todo lo que teníamos. Nos dijeron que nos dejarían vivir siempre que estuviéramos condenados a ser pobres el resto de nuestras vidas, y me pareció un buen negocio.

El gran negocio de tu vida…
Ser pobre para poder comenzar de cero y vivir.

¿Qué aprendiste de llevar una vida en excesos a tan corta edad?
Que mientras más dinero teníamos más pobres nos sentíamos. ¿Para qué una mansión si no hay nadie que te esté esperando?

El boom de las series del narco, ¿motiva o solo retrata?
Son grandes incitadores para que los jóvenes continúen o sigan con deseos de ingresar al narcotráfico. Toman los cinco minutos de fama y de disfrute de un narco y los plasman en 200 capítulos para hacer creer a los chicos que así es la vida de un narco, y en realidad es todo lo contrario.

¿Cómo contrarrestar los embates de la curiosidad?
Con información, con amor, con arte, con cultura, con contención desde el Estado. No con prohibición, porque esta es la mayor incitación al consumo.
Argentina…
Libertad.

Colombia…
Esperanza.

La familia…
La fortuna más importante.

Esposa…
Es como la familia, lo más importante.

Infidelidad…
Que la legalicen.

Victoria Eugenia Henao…
La maestra del perdón.

Manuela Escobar…
Mi hermana querida.


¿De quién?

Frank Sinatra…
Un narco que cantaba muy bien.

Estupefacientes…
Un gran negocio para los que incitan a seguir prohibiendo.

La Catedral…
La primera cárcel que se construyó un bandido.

Los Pepes…
Un conglomerado mafioso internacional.

Miedo…
Buen compañero.

La Política…
La mafia más grande a la que mi padre no pudo ingresar.

Metas…
Que se le declare la paz a las drogas en el mundo.

Sueños…
Ya estoy viviéndolos. Siento que estoy viviendo más de la cuenta.

Ideales…
Paz, el respeto y recogimiento por el otro como un legítimo otro, el perdón y el amor son posibles.

Creencias…
Creo en el de arriba, no importando cómo lo llamen o la religión que lo acompañe.

Ambición…
Con moderación, porque como la de mi padre ya dejó un legado de violencia.

La soledad…
Mejor que estar mal acompañado.

Hablar o escuchar…
Habla solo cuando estés seguro que lo que vas a decir es mejor que el silencio.

Hijo de tigre…
No tiene por qué salir pintado.

Arquitecto de tu propio destino…
Aprendí a respetar las ruinas y a construir a partir de ellas.

Diseñador de tu vida…
Eso cree uno, que la diseña a su antojo, pero después cambia por cualquier cosa.

Escobar Henao…
Mis apellidos o mi marca de ropa.

Tu lado más duro…
Lo tengo bien amarrado y bien oculto.

¿Cómo lo controlas?
Con doble nudo

Tu lado más vulnerable…
La familia.

El Ave Fénix…
Más de una vez hemos salido de las cenizas.

¿Todo se compra con dinero?
No, no todo tiene un precio en esta vida. Yo no lo tengo aunque me pusieron un valor de cuatro millones de dólares.

¿Te quedan cuentas pendientes?
Las he pagado todas y con intereses.

¿Qué te motiva?
La convicción de que he visto a los peores guerreros, a los más sanguinarios, estar cansados de su propia violencia y estar deseosos de encontrar la paz.

¿A qué eres adicto?
A los videojuegos, a la comida y al amor.

Cuando mueras, ¿cómo te gustaría ser recordado?
Como un hombre de paz.

Si reencarnaras en un animal, ¿cuál sería?
El cóndor, porque vuela alto y vive lejos, donde nadie lo puede molestar.

Si fueras droga, ¿cuál serías?…
Mariguana, porque es la más blandita de todas.

En el recuento de los años, ¿qué moraleja te queda?
Para todo hay un tiempo.

Hablando de supuestos, ¿qué “hubiera” frecuenta tu cabeza?
Qué sería de mi país si yo hubiera sido Pablo Escobar 2.0.

¿Qué pregunta odias responder?
Ninguna, la que no sé digo que no la sé, pero todas las respondo.

¿Qué te quita el sueño?
Una buena charla, un buen amigo.

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