Alex Dey
El conferencista y pionero de la superación personal en México nos descubre todos sus secretos
¿Quién es Alex Dey?
Una persona que dedica su vida entera, para ser más específico los últimos 28 años, ininterrumpidamente, a ayudar a la gente a cambiar su forma de pensar, para que tengan un mejor estilo de vida, para que cambien y tengan más felicidad en su vida.
¿Qué vendes a los demás?
Cambio de actitud.
¿Qué te vendes a ti mismo?
La energía para continuar con esta carrera tan bella.
¿Qué te gusta comprar?
Me gusta comprar cosas que me pueda comer, que pueda usar, que pueda vestir, porque viajo mucho.
¿Quién te vende?
Gente que cree en mí, porque ellos tienen que convencer a la gente que verdaderamente uno puede cambiar su vida cambiando su forma de pensar.
Tu compra más inteligente…
Últimamente fue la compra de un USB en el cual puedo compactar todos mis audiolibros, y eso es lo que ahora vendo, ya no vendo CD ni libros.
Tu compra más tonta…
Un Roll Royce Bentley que nunca usé por dos años, y lo tengo guardado.
Tu inicio desde cero…
Soy un chico de barrio de Ciudad Juárez, Chihuahua, de la colonia Chaveña.
Tu mejor conferencia…
¡Wow! La verdad, todas; siento que en mis más de siete mil 500 presentaciones nunca me he bajado desilusionado del escenario.
¿Y la más desastrosa?
Cuando tuve una presentación en un rodeo en Houston, Texas, que la gente ya estaba muy borracha y me empezaron a abuchear.
El best seller de tu vida…
La Biblia del Vendedor, porque es un libro muy poderoso. Me tardé más de 20 años en escribirlo y eran anotaciones que se convirtieron en un manual, después de eso se convirtieron en un libro y se han vendido más de un millón de copias.
¿Tus mejores maestros?
Tom Harkin y Tony Robbins, porque me enseñaron cómo hablar en público; he aprendido a ser más seguro, todo lo que hoy en día predico.
¿El papel de tus padres en tu vida?
No fue muy importante, yo perdí a mi padre a la edad de 7 años y a mi madre a los 13 años, así es que no jugaron un rol muy importante.
¿En qué momento no has cumplido tu palabra?
Cuando dejo mi dieta.
¿Qué te motiva?
Llegar a la gente, pero sobre todo trascender, que cuando me muera mi libro y mis programas sigan transformando gente.
¿Qué inseguridad te ha seguido hasta el día de hoy?
La de no sentirme galán.
¿Qué te marcó para dedicarte a ser motivador?
El haberme realizado como vendedor, como empresario, y dije, “voy a enseñarle a la gente que cualquiera lo puede hacer”.
¿Qué te movió para ser vendedor?
Yo fui adoptado a los 13 años por una familia norteamericana, entonces lo que mi padre adoptivo hacía era vender.
¿Qué palabras expresan mejor tu personalidad?
Seguridad propia, atrevido.
¿Por qué la gente no tiene éxito en la vida?
Porque no cren en ellos mismos.
¿En qué momento te ganan los nervios?
Cinco minutos antes de hablar en público.
¿Y cómo los controlas?
Con una frase que inventé: estar nervioso es normal, que se te note es mortal.
¿Cambiarías algo de tu aspecto físico?
Sí, me gustaría ser más esbelto.
¿En qué momento prefieres la soledad?
Después de 20 eventos continuos.
¿El día que más te sorprendiste de ti?
Cuando hice una presentación en Panamá con siete mil 500 personas.
¿Qué experiencia te ha dejado la vida?
Que todo lo que me proponga, absolutamente todo lo que la mente humana puede creer, puede crear, que todo es posible.
¿Qué deberían enseñar en todas las escuelas?
Ventas y negociación, antes de que se gradúen los estudiantes.
¿Cómo proyectas tus inseguridades?
A través de seguridad, fingiéndola; mi teoría es: empezamos fingiendo y terminamos creyendo.
¿De quién te gustaría ser coach?
De Carlos Slim.
¿A qué conferencia te gustaría asistir?
A una de Tony Robbins, que se llama Cita con el destino.
¿Qué te molesta?
La gente que no cree, o la gente pesimista y negativa.
¿Qué te frustra?
El que la gente no me ponga atención.
¿Qué te hace feliz?
El cerrar un evento exitosamente.
¿Qué te deprime?
Tener varios días sin hacer nada.
¿Qué palabra borrarías de la mente de los mexicanos?
No se puede.
¿Y de tu mente?
Posponer la felicidad.
México…
Un país lleno de hombres y mujeres emprendedores.
San Antonio, Texas…
Paz, tranquilidad y descanso.
Familia…
Amor, mis hijos.
Disfuncional…
Totalmente.
Esposa…
Amor.
Hijos…
Frustración.
Adopción…
Cariño.
Miedo…
No lo conozco
Abuso…
Eso hubo en mi niñez y en mi adolescencia bastante.
Inseguridad…
Ninguna para mí en este momento.
Metas…
Volar, soy piloto aviador y quiero aprender a volar jets.
Impaciente…
Mucho.
¿A qué?
A todo.
Sueños…
Comprar un jet.
Ambición…
Mucha, para tener una vejez muy tranquila.
Ideales…
Ser el mejor orador del mundo.
Intolerante…
A la gente lenta y perezosa.
Creencias…
Todos podemos cambiar nuestra forma de pensar.
Desarrollo personal…
Es lo que todo mexicano debería trabajar.
El comportamiento humano…
Es lo que todos deberíamos trabajar a diario, cada vez que abrimos los ojos en la mañana.
Autoayuda…
Todo mexicano y todo latinoamericano deben de trabajar en ello, además de ser un gran negocio.
Superación…
Ponerte retos y superarlos.
Arte de vender…
Vender es un arte, mas no es un don.
Superación personal…
Es retarte a diario, en lo físico, en lo mental y en lo espiritual.
La clave de la felicidad…
Conocerte a ti mismo.
Tu magia mental…
Poder cambiar en un instante complejos y temores de muchos años.
El arte de negociar…
Es convencer a cualquier persona de lo que tú quieras.
Las mejores críticas…
Las que te construyen.
Tu peor negociación…
Las que hago con mis hijos.
Tu mejor persuasión…
Cierre de negocios importantes.
Hablar o escuchar…
Lo mío es hablar.
Farol de la calle…
Oscuridad en tu casa… Tuve la bendición de haberme divorciado y quedarme con mis cuatro hijos, entonces cuando regresaba de capacitar gente también a ellos les daba sus seminarios privados. Me da mucho gusto decirte que mi hijo de 23 años es un gran empresario, que tiene su casa propia, tres o cuatro automóviles, tres negocios. Al ser oscuridad en mi casa, verdaderamente sé que hice muy buena labor.
Lo que pocos saben de mí…
Que soy tímido,
¿Lo que deberían saber acerca de mí?
Cómo cambiar y cómo ser mejor.
Miento por…
Necesidad.
Una persona con suerte…
La suerte es provocada, es cuando la oportunidad y la preparación se encuentran.
Tu pesadilla recurrente…
Secuestro.
¿Cómo desprogramar?
Empezamos fingiendo y empezamos creyendo.
¿Qué te quita el sueño?
Que me quede sin habla.
