Daniela Jamit

QUIÉN ES
Empresaria y socialité 

¿Quién es Daniela Jamit?
Puede ser sencilla y compleja; puede ser muy necia, terca, pero al mismo tiempo indecisa; muy ordenada, desesperada, pero al mismo tiempo paciente, y soy muy perfeccionista.

¿Qué te motiva?
El ritmo de la vida. 

¿A qué eres adicta?
Siempre me vas a ver con mi botella de agua. Creo que soy adicta al agua y al chicle. Jajaja… También soy adicta al orden, esa es mi obsesión. 

¿Qué te hace feliz?
Estar en paz. Estar cerca de la familia, de las amistades, de la gente que quiero. 

¿Qué te frustra?
Los errores, pero al mismo tiempo eso me lleva a aprender. 

Tu pasatiempo favorito…
Me encantan los crucigramas. 

¿Qué es lo que has descubierto recientemente acerca de ti?
Recientemente soy mamá, esa es la faceta que nunca había conocido. El cómo cuidar a una personita que depende de ti, tomar cada decisión. Me sorprenden cosas que pensé me iban a asustar, y al contrario. 

¿Cómo te reinventas?
Con los fracasos. 

¿Cómo conjugas el papel de madre, esposa y empresaria?
Dividiendo el tiempo con mucha organización. 

¿Quién tiene el control de la TV en tu casa?
Jajaja.  ¡Yo! 

¿Cómo defines el matrimonio perfecto?
El ‘matrimonio perfecto’ no existe, un matrimonio se basa en la comunicación, en ir conociéndose día a día y en el respeto. 

¿Y el divorcio perfecto?…
Igual, con mucha comunicación.

Tu posesión más valiosa…
Por supuesto que mi hija. 

Lo que deberían saber acerca de ti…
Que no soy tan seria como parezco. 

¿Qué te falta en la vida?
Me gustaría tener otro hijo. 

A tres años de matrimonio, ¿cómo es tu romance a la francesa?
Sigue siendo multicultural, nos seguimos conociendo en cosas que aún me sorprenden, cosas que aún no conocíamos de ambos, entonces seguimos en ese proceso. 

¿Y cómo sería un beso perfecto a la francesa?
Con un buen vino francés y con vista a la torre Eiffel.

El respaldo de tu marido en todo este tiempo…
Siempre conmigo, siempre a mi lado.

Miedos…
Al fracaso. 

Metas…
En este momento mi meta es sacar el mayor potencial que tenga mi hija Marian. 

Ideales…
Poder llegar a formar una familia más grande. 

Marian…
Lo máximo que me ha pasado en la vida. 

Mazen…
Gran hombre, gran papá, gran esposo. 

Esther…
¡Tipaza!

Tufik…
El ángel de la familia. 

Mariana…
Mi apoyo incondicional.

Tu vida antes y después de ser madre…
Sigo siendo yo, pero es el momento de dedicarme a ella (Marian). Dejé un poco las prioridades del tema social, pero mi esencia sigue siendo la misma. 

El día que te enteraste que tu hija llegaría al mundo con Síndrome de Down…
Fue un descanso después de la incertidumbre de si era o no era. Sin duda yo lo definiría como el día que descansé. 

La postura de tu pareja….
Fue mi hombro, si no me hubiera caído. 

De tu familia…
Un apoyo al cien por ciento.

Tu experiencia personal ya frente al tema…
Entendí todo. Miedo siempre va a haber, miedo a la incertidumbre porque para mí en ese momento eran cosas desconocidas. Pero el gran amor opaca todo lo demás y es una gran felicidad, ¡es enorme!

El Síndrome de Down en Cancún…
Pensé que iba a ser más difícil, es un mundo nuevo. Cada día hay más información, cada día hay más gente involucrada, hay escuelas que están trabajando sobre la inclusión; sé que ya viene un centro de capacitación y rehabilitación muy importante de Monterrey. Somos de las ciudades donde comienza a haber más cultura acerca del Síndrome de Down. Es un buen panorama.

¿Ha sido fácil la aceptación de la sociedad?
Más de lo que yo pensaba. Desde el momento en que me enteré, que Marian ni había nacido, las puertas se me han ido abriendo, porque la gente está más sensibilizada sobre el tema. Aunque crees que no hay nadie y tú eres la única persona, siempre hay un conocido que tiene a alguien así. Sorprendentemente hay mucha gente que me presenta a gente maravillosa, mamás que, mis respetos, si no hubiera sido por Marian no las conocería.  

¿Qué es imprescindible para ti que la gente sepa acerca de este tema?
Que sí necesitan ayuda las personas con Síndrome de Down, pero no son personas que no puedan hacer las cosas, no es una enfermedad, no se contagia. Mucha gente le tiene miedo a esto, pero hay que aceptarlos, hay que incluirlos, tenemos que ayudar a difundir esto. 

¿Qué te quita el sueño?
Siempre pensar cómo le voy a hacer para ayudar a Marian. Siempre pienso que hay algo (de lo que sea, en cualquier tema) que a lo mejor lo pude haber hecho mejor. Soy perfeccionista, siempre trato de  hacer las cosas de la mejor manera, y eso me quita el sueño.